sábado, 29 de noviembre de 2014

Una Iglesia despierta


José Antonio Pagola

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tardar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.

Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar Cristo, nos encuentre dormidos».

La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es solo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.

Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?

¿No vemos que la Iglesia necesita un corazón nuevo? ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoengaño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos creyentes sencillos?

¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta? ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más? ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia “dormida” a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?

¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él? ¿Quién como él puede liberar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?

viernes, 28 de noviembre de 2014

FIESTA DIOCESANA DEL COMPARTIR 2014


Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo


¡Qué bonita Fiesta del Compartir!!! 

En el marco de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el Día de la Iglesia Católica en el Ecuador, con la campaña “5 panes y 2 peces”, la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos celebró la Fiesta Diocesana del Compartir en Lago Agrio. Un día bonito de fiesta de fe, de pertenencia a la Iglesia, de Iglesia en salida que celebra la Vida. Con inmensa alegría, presididos por Mons. Celmo, este 23 de noviembre la Catedral Nuestra Sra. del Cisne rebozó de Fiesta.

Todo el trabajo de preparación, para realizar la decisión tomada en la XXVII Asamblea Diocesana respecto a la Fiesta del Compartir, se llevó bajo la coordinación de la Comisión Diocesana de dicha pastoral: las unidades pastorales, parroquias/zonas, comunidades, movimientos, equipos misioneros, párrocos fueron convocados a participar de la organización de la Fiesta.

El programa del día se desarrolló según lo previsto.

A las 05:00 h. el Santo Rosario. A las 06:30 h. se celebró la primera Misa del día en la Catedral, presidida por Mons. Celmo. Las comunidades cristianas de la Parroquia Central organizaron el Desayuno Compartista con deliciosas humitas y tamales. A continuación se organizó en la plazoleta frente a la Catedral los lugares para los platos típicos y demás eventos de la fiesta. Mons. Celmo pasó bendiciendo cada lugar de comida. Los diferentes y exquisitos platos estaban a disposición: la fritada, seco y caldo de gallina criolla, sancocho de bagre, maitos y encocado de pescado, la cecina lojana, etc. ¡Qué deleite!

A las 10:30 h. se celebró la Eucaristía, corazón de la fiesta y paradigma de todo compartir, presidida por nuestro Obispo. Una liturgia inculturada, con amplia y muy sentida participación, fue nuestra celebración y proclamación de Jesús, como Señor de la Vida y Rey del Universo.



Luego de la Eucaristía, siguió la fiesta. Reinaba una gran alegría en la plazoleta, un ambiente espontáneo de comunión, de convivencia, de compartir, de vivir y hacer comunidad. Efusivos saludos y encuentros, ir y venir de las personas entre las carpas de los diferentes sectores. Otros disfrutaban ya de los apetitosos platos típicos. Viene enseguida a nuestra memoria cómo Jesús comparó el Reino de Dios a un Banquete de Bodas, donde nadie está excluido.

Finalmente, el Bingo Cultural y su famosa “quina loca” con numerosos premios cerró la jornada festiva. Un poco más allá, los lojanos celebraban su día. ¡Qué viva el pueblo lojano, que no olvida su historia y sus humildes orígenes!


Qué linda fiesta, estar contigo, Jesús amigo, en la Comunidad.
Demos gracias al Señor, demos gracias.
¡Viva la Fiesta del Compartir!
¡Viva! ¡Viva! ¡VIVA!

domingo, 23 de noviembre de 2014

Domingo de Jesucristo, Rey del Universo



 
Lectura orante del Evangelio en clave teresiana: Mateo 25,31-46
“Dejar esto (estar con Dios) por el aprovechamiento de los prójimos es regalarle y hacer por Él, dicho por su boca: ‘Lo que hicisteis por uno de estos pequeños, hacéis por mí’” (F 5,3). 

Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre… serán reunidas ante él todas las naciones. Fotografía impresionante: Todas las naciones reunidas y Jesús, iluminando con su gloria a los más pobres de la tierra y diciendo que “aquí se ha de ver el amor” (F 5,15). Cuando viene “Jesucristo, Señor nuestro, Rey verdadero de todo” (F 10,11), siempre pregunta por el amor. La vida y la oración adquieren su verdad en el amor. “Si no es naciendo de raíz del amor de Dios, que no llegaremos a tener con perfección el del prójimo” (5M 3,9).

Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. “¡Oh Rey de la gloria y Señor de todos los reyes, cómo no es vuestro reino armado de palillos, pues no tiene fin!” (V 37,6). El reino, que comenzó como un granito de mostaza, muestra aquí toda su plenitud. Los amigos de Dios, caminantes con “los ojos en el verdadero y perpetuo reino” (V 15,11), ahora “están en el palacio cabe su Rey y ven que les comienza ya a dar aquí su reino” (C 31,3). Jesús se fija en los que han amado a los prójimos y los bendice. Hay alegría a raudales. Ha triunfado el amor. “Cuando en el Credo se dice ’vuestro reino no tiene fin’, casi siempre me es particular regalo” (C 22,1).

Porque tuve hambre y me disteis de comer. Obras quiere el Señor. “¿Cómo queréis contentarle con solo palabras?” (7M 4,8). Benditos los pies que van hacia los pobres, benditos los que oyen su clamor. Benditos los que se dejan enseñar por el Espíritu de Jesús para entender la vida como servicio. “Paréceme tengo mucha más piedad de los pobres que  antes solía. Entiendo yo una lástima grande y deseo de remediarlos, que, si mirase a mi voluntad, les daría lo que traigo vestido. Ningún asco tengo de ellos, aunque los trate y llegue a las manos. Y este veo es ahora don dado de Dios… Bien conocida mejoría siento en esto” (R 2,4). La señal de que amamos a Dios es si amamos a los necesitados. “Si entendieseis lo que nos importa esta virtud (amor al prójimo), no traeríais otro estudio” (5M 3,10).   

¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos? Diálogo fascinante, sorprendente, siempre orante de Jesús con los que han compartido el pan con los pobres. Se han dejado enseñar por Jesús y “aman muy diferentemente de los que no hemos llegado aquí” (C 6,3). Con muchos gestos anónimos han humanizado la humanidad. Han sido icono de Jesús por los caminos. “Los verdaderos amantes en toda parte aman y siempre se acuerdan del amado” (F 5,16).

Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. En la actitud hacia los pobres se muestra creíble el amor a Jesús. Quien ama a los pobres, ama a Jesús. “Obras quiere el Señor, y que si ves una enferma a quien puedes dar algún alivio… te compadezcas de ella; si tiene algún dolor, te duela a ti; y si fuere menester, lo ayunes, porque ella lo coma” (5M 3,11). “¡Oh Jesús mío!, cuán grande es el amor que tenéis a los hijos de los hombres, que el mayor servicio que se os puede hacer es dejaros a Vos por su amor y ganancia y entonces sois poseído más enteramente” (E 2,2).  
Feliz domingo - CIPE – noviembre 2014

viernes, 21 de noviembre de 2014

PEREGRINACIÓN “CAMINO DE LUZ” EN SUCUMBÍOS, ECUADOR SANTA TERESA DE JESÚS, CON EL SIGNO-RELIQUIA DE SU BASTÓN (Parte 1)



Miércoles 19 de noviembre de 2014

Llegó a Sucumbíos Camino de Luz, la peregrinación de Santa Teresa de Jesús, -Teresa de Ávila, Santa Doctora de la Iglesia, en el contexto de la celebración de 500 años del nacimiento de esta maravillosa mujer que nos ha enseñado tanto y sigue haciéndolo, desde su experiencia de vida, de Dios, desde su palabra y su obra. Ha sido una oportunidad para asomarnos a ver cuánto de su carisma teresiano-carmelita es sustrato de nuestra Iglesia Comunidad, agradecerlo y animarnos a seguir actualizándolo como responsabilidad histórica y eclesial. Somos parte de ese recorrido que partió de Ávila el día 15 de octubre de 2014 (festividad de la Santa) y recorrerá el mundo por lugares teresianos en los cinco continentes (Europa, Asia, América, África y Oceanía), incluidas misiones en activo, hasta regresar el 28 de marzo de 2015, cuando se cumple el V Centenario del nacimiento.

Veamos algo de lo que dice el portal web http://caminodeluz.stj500.com/:
“Santa Teresa de Jesús ha sido popularmente conocida como “la monja inquieta y andariega”. A lo largo de su vida, caminó por toda España fundando conventos de la Orden del Carmelo Descalzo. La idea de la vida como camino, como peregrinaje, incluso como “misión”, está por tanto íntimamente ligada a su vida y a su memoria. Posteriormente, este espíritu andariego, emprendedor, creativo y de búsqueda de la fe y de la verdad, se ha extendido por todo el mundo… donde han surgido vocaciones que mantienen viva la llama que prendió Santa Teresa y que no deja de contagiar… La Santa sigue caminando y engolosinando a multitud de buscadores de los más altos valores en todas las culturas a través del caminar de sus amigos en los cinco continentes. Camino de la luz quiere ser un reconocimiento y un homenaje a ese aspecto tan particular de la vida de Santa Teresa, y a la vez, es una manera de comenzar de forma simbólica el centenario propiamente dicho. Busca unir personas de diferentes razas y culturas, ya que es una invitación a participar a todo el que desee vivir esta experiencia, y resaltar así al espíritu universal tanto de Teresa como del V Centenario que celebramos.”


Estas palabras suenan a la invitación que hiciera el Papa Francisco de la urgencia de una Iglesia en salida, una Iglesia Misionera y  Teresa de Jesús nos da la pauta.

Alegre, intensa, sentida, plena de sentido y con amplia participación, se vivió este 19 de noviembre de 2014 en Sucumbíos, la significativa peregrinación Camino de Luz con el signo-reliquia del Bastón de Santa Teresa de Jesús, como invitación a seguir caminando con ella. Se hizo con diversas paradas y celebraciones, acompañada por gente de las comunidades a lo largo de 82 kms., desde el Centro de Espiritualidad “Monte Carmelo” en Puerto Libre hasta Lago Agrio, con la Misa y la vigilia teresiana de oración, en la Catedral Nuestra Señor a del Cisne en Lago Agrio a las 7 p.m., y contó con el acompañamiento permanente de Monseñor Celmo Lazzari, nuestro Obispo de Sucumbíos, a lo largo de todo el día y en la noche.

Monseñor Celmo, agradeció a la Orden que se haya elegido este Vicariato, como el segundo de los dos lugares en Ecuador, contemplado con la presencia de esta reliquia y agregó: “a la que es justo que esta misión abra sus puertas porque su carisma trajo los primeros misioneros esta tierra. Queremos que Santa Teresa vea, contemple lo que a través de su carisma se realizó acá y que ella nos ayude a continuar en sus huellas”.  


Enseguida algunas de sus palabras en la homilía de la Misa:
 

Agradecemos el carisma de Santa Teresa de Jesús, este carisma presente desde el inicio de la evangelización en nuestra Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, agradecemos a los Padres Carmelitas –algunos presentes hoy aquí-, a Monseñor Gonzalo López Marañón. El carisma teresiano carmelita se ha ido actualizando en la Iglesia en cada persona de las congregaciones que lo comparten, intentando vivir cada uno/a ese carisma y manifestarlo. Celebramos el trabajo delos carmelitas y otras comunidades presentes aquí y a Teresa de Jesús con su radicalidad, que nos lleva cuando las cosas no están bien, a la fuente verdadera: el Evangelio. Las semillas sembradas se siguen cultivando, el carisma está presente, la historia no se borra, la paciencia todo lo alcanza  dice Santa Teresa…

En la Misa que presidió Mons. Celmo, estuvieron presentes el sacerdote carmelita Antonio González, Secretario del Carmelo Descalzo para la Celebración del V Centenario, y demás personas del Equipo de Camino de Luz; también Mons. Jesús Esteban Sádaba, Obispo del Vicariato del Aguarico con los Padres Carmelitas Descalzos José Septien y Juan Cantero de ese mismo Vicariato; el Padre Miguel Ángel Díaz, Provincial de los Carmelitas Descalzos de Colombia-Ecuador;  el P. Marcelo Sarmiento, Delegado Provincial de los Carmelitas Descalzos en Ecuador y el Padre Juan Berdonces de Quito; Madres Carmelitas Descalzas del Monasterio de  Ibarra; Hermanas Carmelitas de la Divina Providencia de El Puyo; y de la Iglesia de Sucumbíos que comparten esta espiritualidad teresiana: Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón, del Equipo Misionero del Colegio intercultural bilingüe Abya Yala y Hermanas Teresianas de Ossó del Equipo Misionero del Centro de Espiritualidad de Puerto Libre. Por supuesto los sacerdotes diocesanos incardinados y religiosos del Vicariato, religiosas, misioneros y misioneras de los distintos equipos misioneros, ministerios servidores e integrantes de las distintas comunidades de todas las pastorales: negra, urbana, indígena y campesina y del Movimiento Apostólico Juan XXIII. De igual manera autoridades civiles, integrantes de organizaciones de mujeres y otras organizaciones populares y sociales de la provincia. Todas y todos, como Mons. Celmo, agradecidos a la Orden Carmelita por la oportunidad que ha tenido Sucumbíos de acoger el Bastón de Santa Teresa de Jesús, no solo como Iglesia sino como sociedad civil. Se destacó al final de la Misa, el agradecimiento conjunto desde la animación misionera y la sociedad civil que han crecido juntas aquí y se agradecen juntas: mística y profecía están unidas.

El P. Antonio González, manifestó su alegría por estar el Camino de Luz en esta Iglesia joven que han contribuido a construir los misioneros Carmelitas Descalzos, y que el carisma sigue presente en las Teresianas de Ossó y las Carmelitas del Sagrado Corazón y porque lo sembrado sigue… eso esperan. Dijo que Santa Teresa creó conventos de monjas -como el de las Madres de Ibarra, presentes-, que con su oración son fuerza en la Iglesia. El bastón es testigo de esas fundaciones y del deseo misionero de la Santa recogido en su célebre frase: “Determiné hacer eso poquito que estaba en mí.” Santa Teresa nos invita a entrar en nosotros/as mismos/as para que el Evangelio tenga espacio en nosotros/as, para luego transmitirlo con actitud de entrega y servicio desde la comunión, desde la justicia y la reconciliación. El bastón recuerda una frase muy propia y casi de las últimas de Santa Teresa: “es tiempo de caminar”. Que esta visita de Santa Teresa nos ayude a encontrar el camino y vivirlo, dijo.

La representante de las organizaciones sociales de Sucumbíos, expresó que la gratitud da sentido a nuestro pasado, y agradeció a Dios Padre y Madre  por el carisma teresiano carmelita, a Monseñor Gonzalo López Marañón, a los Padres Carmelitas que vivieron y dieron su vida en Sucumbíos, a las Carmelitas del Sagrado Corazón, Carmelitas Misioneras, Teresianas de Ossó, al Carmelo seglar y a todas las personas que han hecho posible que tengamos fe y esperanza en la posibilidad de transformar el mundo desde nosotras/os mismas/os, comunitariamente.

Al final el Padre Miguel Ángel Díaz, Provincial de los Carmelitas Descalzos, expresó a Monseñor Celmo Lazzari: “Quiero en nombre de la Orden expresar mi inmensa gratitud por su cercanía, por su bondad, por haber permitido traer a esta Iglesia particular el Bastón de Santa Teresa, algo tan significativo para nosotros Carmelitas. Y en nombre de José Septien, de Juanito Berdonces, de Juanito Cantero, de Pablo Gallego, de Pedro Luis Rodríguez que se encuentra  en Argentina, del Padre Marcelo Sarmiento, Delegado de Ecuador y del Superior  General que está al tanto de este acontecimiento, agradecerle infinitamente haberles permitido venir a esta Iglesia,a su Iglesia, poder celebrar con todo este querido pueblo de Dios, este homenaje a Teresa de Jesús, con nuestras queridas hermanas de la Compañía de Santa Teresa (Teresianas de Ossó) que lo han dado todo para hacer posible este evento. Cuente con nuestro respeto, nuestra fidelidad, nuestra obediencia y también nuestra disposición como Orden. En usted también agradecer a este querido presbiterio que ha acompañado la historia de estos frailes, hermanos nuestros a lo largo de tantos años, con generosidad, con bondad, con cercanía, con amistad, todo ello que habla de comunión, signo de la presencia del Señor entre nosotros. Y también me atrevo a darle un agradecimiento muy especial a Mons. Jesús Esteban Sádaba, también por toda la bondad, la cercanía y la generosidad que ha tenido con nosotros. El Señor los bendiga y de  nuevo gracias por permitirnos estar en su Iglesia.”

Fue una Eucaristía llena de Vida desde la vida, de teresianismo y de Carmelo, de historia y esperanza, de "presencias presentes y ausentes", que no nos dejan indiferentes, de profunda gratitud "desde la animación misionera y la sociedad civil que allí crecieron juntas" como "mística y profecía están unidas", en las huellas de Teresa hacia el Señor que nos convoca.

Nota: Les compartiremos otra entrega con más hechos y aspectos significativos de esta peregrinación en el recorrido y en la Misa.