Angola, 27 de agosto de 2016
Mons. Celmo Lazzari y queridos Hermanos de la Iglesia
de San Miguel de Sucumbíos.
Les abrazo con profundo amor
en nuestro Señor
Jesucristo y su Madre, en la advocación de Nuestra Señora del Cisne en
esta XXIX Asamblea Diocesana de Pastoral,
que se está llevando en la querida Iglesia hermana de Aguarico.
Escribo desde Angola, tierra
en la cual reposan los restos de nuestro amado Gonzalo, quien como buena
semilla se ofreció para que otros tantos tengan vida. Estando acá se puede
dimensionar el amor que sentía el por este Pueblo, amor que cada uno de
nosotros también experimentamos en Sucumbíos y damos testimonio de su pasión
por el Reino y amor entrañable por los empobrecidos.
Saber que se encuentran en
esta Asamblea me llena de alegría,
siempre el encontrarse con los hermanos es señal de comunión con Dios
Uno y Trino. Mi alegría se incrementa al saber que la cercanía de Pastor de
Mons. Celmo Lazzari acompaña para que este camino hacia la reconciliación sea
efectivo y que nuevamente se pueda
sentir una Iglesia Viva, donde nos sintamos todos Hermanados, sin separaciones
ni distanciamientos entre unos y otros, sin divisiones de camisetas ni
carismas, sin persecuciones ni fundamentalismos, pues todos somos parte de un solo
cuerpo místico que es la Iglesia.
Todo plan pastoral tiene
como objetivo primero la Salvación de las Almas y estoy seguro, que la
reconciliación es camino necesario para ayudar a este objetivo encargado a cada
uno de nosotros como miembros de la Iglesia, desde los diversos dones y ministerios
que enriquecen la vida de la misma.
Acompaño con mi cariño y oración
este trabajo realizado con amor en este Año Santo de la Misericordia. Ustedes
son la Iglesia en la cual mi vocación creció, siempre su testimonio misionero
ha alimentado profundamente la misma y nunca me he dejado de sentir un hijo
orgulloso de ISAMIS. Por lo mismo hago votos fehacientes para que en esta
Asamblea Diocesana de Pastoral se den pasos seguros hacia la reconciliación.
En Jesús, el Verbo Divino y
su amada Madre,
Frt. Carlos Javier
Villavicencio
Misionero del Verbo Divino -
Angola