Con el Miércoles de Ceniza comenzamos el camino de la
Cuaresma, que desemboca en la Pascua o Semana Santa, como comúnmente se la
conoce.
En nuestra Iglesia
de Sucumbíos, hemos asumido con decisión este año como “Año de la
Comunión”, bajo el lema inspirador: “Unidos y unidas en Jesucristo, para que
el mundo crea”.
El mundo está “lacerado por las guerras y la
violencia, o herido por el difuso individualismo”, que divide y enfrenta a los
seres humanos unos con otros (cfr. EG 99). Nosotros mismos tenemos la
experiencia cercana de desacuerdos, tensiones y divisiones en nuestras propias
familias, comunidades y entorno social; nuestra Iglesia de Sucumbíos no se ha
visto libre de esta lamentable realidad.
El Papa Francisco, en su mensaje para esta cuaresma,
nos dice que “La tentación egoísta de la indiferencia, ha alcanzado hoy
una dimensión mundial, hasta tal punto de que podemos hablar de una globalización
de la indiferencia.
La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una
tentación real también para los cristianos. Por eso necesitamos oír en cada
Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.”
“La Cuaresma, es un tiempo de renovación para la
Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un
‘tiempo de gracia” (2 Co 6,2). Por eso nos invita a recorrer provechosamente
este camino, para “no echar en saco roto la gracia del Señor”.
Llamados a intensificar las prácticas cuaresmales,
asumimos la invitación del Papa Francisco para la jornada de oración de las “24
horas para el Señor” el 13
y 14 de marzo.
Nota: En este contexto, ofrecemos este material de apoyo para vivir
intensamente
esta Cuaresma en clave de conversión – perdón y reconciliación -
comunión,
de manera que nos preparemos para celebrar comunitariamente la Pascua de
Jesús
con la túnica nueva del amor fraterno y la alegría del Reino ya presente
entre nosotros/as.