UNA MIRADA CONTEMPLATIVA DE NUESTRA REALIDAD
Con el lema "Una mirada contemplativa de nuestra realidad", se realizó el Retiro anual de Pascua de la Iglesia de Sucumbíos, del 20 al 24 de abril, en dos modalidades: diurna en la Casa Diocesana y nocturna en la Catedral para la Pastoral Urbana. Dicho evento estuvo inscrito en el contexto del Diagnóstico de la Realidad, primer momento del VER dentro del proceso de elaboración del Plan Quinquenal de Pastoral en marcha.
Mons. Celmo Lazzari, Obispo de nuestra Iglesia, invitaba a buscar el encuentro especial con Dios es esta semana, que lo encontremos en la vida y la historia, pero que seamos fuente de salvación para el mundo, y lo reconozcamos medio de nosotros.
El Retiro siguió el itinerario de los discípulos de Emaús. Por eso, un primer momento se dedicó para "Predisponer los ojos para reconocer". Se comenzó por analizar el diagnóstico de la realidad de Sucumbíos, valorando los signos de vida y las resistencias y signos de muerte existentes. Estas reflexiones, partieron del trabajo de base realizado en los meses anteriores, en las comunidades, las parroquias y las zonas de las Unidades Indígena, Negra, Campesina y Urbana. Esto transcurrió en ambiente de oración y reflexión personal y grupal. Después se llegó a establecer la problemáticas prioritarias de la provincia, desde cada unidad pastoral. Entre otros destacan la economía, la familia, la cultura, los jóvenes, la salud, educación, el sacramentalismo, etc.
El P. Marcos Matamoros, nuestro acompañante, nos decía que "La Pascua nos invita a reconocer al Resucitado en sus lugares concretos. Es espiritualidad auténtica la que nos hace reconocer a Dios en la realidad". Por eso, enseguida se dedicó a "Contemplar la realidad desde lo profundo", para comprenderla desde la perspectiva de Dios. Y con el tema "Al final del camino: la fraternidad". Se hizo un trabajo muy intenso de buscar "las periferias geográficas y socioculturales" de Sucumbíos, que necesitan urgentemente la experiencia de la resurrección. Este fue un trabajo muy importante, por lo que igualmente por unidades pastorales se determinó estas periferias entre las podemos señalar los jóvenes, mujeres maltratadas, migrantes, hospitales, las nacionalidades pequeñas, los afro descendientes, etc.
El mensaje del Papa Francisco contribuyó a profundizar los temas en esa mirada contemplativa.
En cada uno de estos sectores tiene que nacer una ESPIRITUALIDAD,una práctica personal y comunitaria iluminada por aquellos valoresque emanan del corazón amante de Dios Padre.Es importante recordar que no puede haber espiritualidad si no hay espíritu de comunión,si no se expresa de alguna manera en un actuar comunitario, en unas opciones concretas de la comunidad cristiana. Esta espiritualidades nuestra espiritualidad identitaria.
Cuarto Día: El último tema estuvo dedicado a "La urgencia de la misión" día, después de las iluminaciones recibidas, teniendo presentes los retos que ofrecen las prioridades analizadas se trató de discernir qué espiritualidad se necesita para este nuevo camino y qué compromisos se desprenden como un referente a tener en cuenta en la futura programación.
La alegría de anunciar la Buena Noticia de Jesús en la periferia no sería auténtica si no llegáramos a vivir la experiencia cuestionante de que Jesús nos precede en las periferias, entre los pobres: ellos tienen que llegar a ser el lugar teológico en el que el Dios de Jesús nos hace experimentar su sueño de un mundo nuevo y el camino para alcanzarlo, el camino de la humildad, de la pobreza, del no-poder… ¡Es el camino que hoy estamos llamados a recorrer con los de las periferias de nuestro mundo!
ORACIÓN
Felices todas/os los que trabajan por las/os pobres,
desde los pobres, junto a las/os pobres,
con corazón de pobre.
Felices quienes dan la vida porlas/os demás,
quienes trabajan duropor la justicia anhelada,
quienes construyen el Reino desde la periferia.
Felices quienes aman a la/el hermana/o
concreta/o, quienes no se van en palabras
sino que muestran su amorverdadero
en obras de vida,
de compañía y de entrega sincera.
Felices ellos porque en los pobres
reconocen a Jesús.