La Asamblea
Diocesana de Pastoral del Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, máxima convocatoria anual
de la Iglesia de Sucumbíos, se realiza del 20 al 22 de agosto 2015, con
representantes de las diferentes pastorales, carismas, ministerios y
movimientos. Previamente, se han dado las asambleas de las Unidades Pastorales:
Indígena, Urbana, Campesina y Negra.
Su importancia es mayor que la de
otras asambleas pues está dentro del proceso hacia el nuevo Plan Quinquenal:
durante este año se ha realizado el VER, con el Diagnóstico de la Realidad de
Sucumbíos, -partiendo de las pequeñas comunidades de base y de los movimientos-
y la evaluación de la acción pastoral y de las
estructuras eclesiales. El próximo año será el JUZGAR (momento de
iluminación y de reflexión doctrinal) y el ACTUAR (formulación del nuevo plan).
Algunos se preguntan: ¿por qué la
Iglesia debe planificar? Y responden: el Espíritu de Dios no se planifica.
Este interrogante y otros parecidos,
nos dan pie para iniciar una serie de artículos sobre el tema de la
planificación pastoral, tomando como base el mensaje del Papa Francisco y algunos materiales producidos por el P. Hernán
Rodas, de la Arquidiócesis de Cuenca, que es parte, junto al P. Marco
Matamoros, del equipo de acompañamiento a este proceso en Sucumbíos.
Tomemos como punto de partida el logo
“Iglesia en salida”, que tiene un
significado muy profundo, por venir de un Papa latinoamericano, cuya
perspectiva es muy distinta al de la vieja y cansada cristiandad europea.
El documento
de Aparecida (370-371), nos habla con insistencia de la necesidad de
“conversión pastoral” y exige que se pase de una pastoral de mera conservación
a una pastoral decididamente misionera. Detrás de estos dos tipos de pastoral
hay de hecho dos modelos eclesiológicos diferentes y dos concepciones distintas
de la tarea evangelizadora de la Iglesia. Veamos cada uno:
1. La pastoral basada en la
repetición de acciones, de servicios sacramentales, devocionales,
asistenciales, etc., con protagonismo del clero y de la vida religiosa, cuyo
destinatario es el pueblo de Dios.
-
No tiene otra programación que la de hacer lo que siempre se
ha hecho.
-
Se da en ese modelo eclesial un espiritualismo pastoral que
sospecha y acusa de tecnicismo a todo proceso de planificación, de
programación, de evaluación eclesial y pone resistencias a una pastoral de
conjunto, encerrándose en un individualismo cómodo y en un conjunto de
pastorales dispersas.
-
Cada parroquia, cada área pastoral no tiene casi relación con
las otras, no hay comunión ni sentido de iglesia.
2. La programación pastoral
responde a otro modelo de iglesia que se caracteriza por:
-
Una iglesia en salida, misionera, en camino, en la que la
vida pastoral no es repetición de acciones, sino un caminar continuo en la fe,
como pueblo de Dios peregrino. Cada situación lograda es el principio de una
nueva situación deseada en fidelidad al Plan de Dios.
-
La planeación es un diálogo con el mundo, es un lectura
creyente de los signos de los tiempos. La iglesia concibe su acción en diálogo
y como una respuesta a las situaciones concretas y distintas de cada comunidad
cristiana, en cada territorio, en cada momento histórico.
Podemos concluir: la COMUNIÓN, LA ECLESIALIDAD, no son
conceptos abstractos, sino actitudes y acciones cotidianas expresadas en una
acción eclesial conjunta, que nos agrupa en torno a las tareas pastorales
comunes y complementarias. Es una comunión hecha práctica como manifestación
del misterio de comunión, presente en la iglesia.
Para terminar unas citas del
magisterio de la Iglesia Latinoamericana y Ecuatoriana:
“El
camino para lograr una Iglesia sacramento de comunión, Iglesia servidora,
misionera, que escucha, profundiza y celebra, que ayuda a construir una nueva
sociedad es el de una pastoral planificada” Puebla 1306-7 AP 128-169
“Nos
comprometemos a una planificación de la acción pastoral como respuesta
específica e intencional a las necesidades de la evangelización” PG 328 AP
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Contamos con su oración, gracias.