martes, 15 de agosto de 2017

NUEVO OBISPO EN LA IGLESIA HERMANA DE AGUARICO: NUESTRA ORACIÓN Y AFECTO AL P. JOSÉ ADALBERTO JIMÉNEZ


P. José Adalberto Jiménez Mendoza

 NUEVO OBISPO EN LA IGLESIA HERMANA DE AGUARICO:
NUESTRA ORACIÓN Y AFECTO AL P. JOSÉ ADALBERTO JIMÉNEZ
NUESTRO PROFUNDO AGRADECIMIENTO A MONS. JESÚS ESTEBAN SÁDABA

Coca, aniversarios 50º sacerdocio y 25º Obispo Abril 2016
“Las Iglesias de Aguarico y la de Sucumbíos han caminado históricamente como iglesias hermanas a través de la participación y el apoyo mutuo”, recordábamos aquí en abril de 2015 felicitando a Mons. Jesús Esteban en su doble aniversario, de ordenación sacerdotal y episcopal. Celebramos que el Papa Francisco ha nombrado recientemente Obispo Vicario Apostólico de Aguarico, al Reverendo Padre José  Adalberto Jiménez Mendoza, O.F.M. Cap. actual Vice-Ministro Provincial de la Orden Capuchina en Ecuador y pedimos que el Espíritu le acompañe siempre y podamos seguir en esta senda de hermandad para gloria de Dios. Agradecemos profundamente a Mons. Jesús Esteban Sádaba, su cercanía, su apoyo, su cariño por esta Iglesia de Sucumbíos. Le pedimos tenernos siempre presentes en su oración. Como un gesto de gratitud compartimos esta homilía que pronunció Mons. Sádaba a solicitud de Mons. Celmo Lazzari:

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En Catedral Lago Agrio, Misa 1º aniv. Mons. Gonzalo

HOMILÍA DE MONS. JESÚS ESTEBAN SÁDABA,
OBISPO DE LA IGLESIA DE AGUARICO, EL 14 DE MAYO DE 2016,
EN LA MISA DE PASCUA DEFINITIVA DE MONS. GONZALO LÓPEZ  MARAÑÓN
PRESIDIDA POR MONS. CELMO LAZZARI,
OBISPO DE LA IGLESIA DE SUCUMBÍOS,
EN LA CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DEL CISNE, NUEVA LOJA, SUCUMBÍOS
“Paz y bien con todos ustedes. Al ir viviendo esta celebración de la Palabra de Dios dentro de esta Eucaristía en la que recordamos a Monseñor Gonzalo López  Marañón. Monseñor Celmo, me pidió que les acompañase y que estuviese presente con estas palabras en la homilía. Gracias Monseñor Celmo por dejarme esta oportunidad de ir viviendo este compromiso de Iglesia, el compromiso de Iglesia de ir dando sentido a la vida y muerte de un pastor como Monseñor Gonzalo López Marañón, en el ambiente litúrgico y eclesial en que se ha dado. Monseñor Gonzalo moría hace una semana, cuando ustedes empezaban la fiesta de las  comunidades, se metió en la fiesta de las comunidades para que ustedes le hiciesen fiesta a él y terminamos la celebración de la fiesta de las comunidades, con ocasión de esta celebración, de este funeral en la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, aquí, por quien estuvo de pastor durante 40 años, desde 1970. Sentir esa fuerza del Espíritu que camina con la Iglesia, es algo que lo ha hecho presente precisamente en esta muerte y en este encuentro con la Iglesia de Dios desde las más lejanas tierras.
Coca, aniversarios 50º sacerdocio y 25º Obispo Abril 2016
Monseñor Gonzalo, misionero desde comienzo de su vida de sacerdocio, después de estar preparando a  otros misioneros y misionero hasta el final, queriendo que sea la misión lo que le dé sentido a toda su vida. Y es lo que está dando sentido a esa vida que la fue entregando a todo el pueblo de Dios. Misionero en comunidad y misionero dentro de los lugares que no eran fáciles porque la Palabra del Señor y la Iglesia, van creciendo con la fuerza del Espíritu por donde quiere el Espíritu y en los lugares donde los hombres le acompañamos a ese Espíritu. Ocurrió en la primera comunidad cristiana, que al recibir la fuerza del espíritu los apóstoles salieron y dieron testimonio cuando no tenían días anteriores fuerzas para hacerlo y aquel momento tuvieron fuerza para hacerlo y sorprendieron. Así fue la vida también de Monseñor Gonzalo sorprendiendo a los demás con esa fuerza del Espíritu que caminaba, con la que él caminaba; esa es la fuerza del Espíritu que nos va a ayudar y con la que va a ayudar a su Iglesia a seguir caminando. En este momento la Iglesia de Dios con Monseñor Gonzalo va caminando aquí en Sucumbíos bajo el pastoreo de Monseñor Celmo, con la fuerza de ese Espíritu del Señor que a lo largo de 40 años guió el  caminar de nuestra iglesia bajo el pastoreo de Monseñor Gonzalo López Marañón. Es la fuerza del Espíritu la que transforma las realidades que nosotros vivimos. Es el Espíritu del Señor que en Monseñor Gonzalo hizo transformar muchas realidades, muchas personas, y que en esta sociedad que creció, a la que ayudó a crecer, a la que ayudó a ir desarrollándose, lo hizo siempre con un amor muy profundo de  amor a la Iglesia y un espíritu de servicio misionero hasta poner al servicio de los demás todo lo que él podía tener, toda su vida, su salud y todo lo que él tenía.
Con Mons. Gonzalo en ayuno 2011 en Quito
Y quiere quedarse en misión, quedarse en fuerza misionera hasta aquellos lugares alejados de África, para que sea fuerza y semilla de Dios en esos lugares y pueda transformar la realidad en la que él  vivió. Ayudó a transformar esta realidad, ayudará con a fuerza de Dios a transformar aquella otra y desde la presencia de Dios bendecirá la acción de esta Iglesia de comunidades que va viviendo ese impulso del Espíritu en el lugar y en el tiempo en que nosotros vivimos. Recordar y vivir la muerte de Monseñor Gonzalo no es vivir en tristeza. Él no sabía vivir en tristeza y, yo al recibir y al vivir esta semana este acontecimiento, les puedo decir que no lo he vivido en ningún momento en tristeza, porque la alegría de la vivencia de la fe que Monseñor Alejandro… eh! Monseñor Gonzalo llevaba, le impulsaba y nos impulsaban a todos a vivir, eso es, la alegría de la fe. Me sale Mons. Alejandro más de una vez, Monseñor Alejandro y Monseñor Gonzalo vivieron y se ordenaron juntos y vivieron su compromiso misionero aquí. A mí me  tocó vivirlo durante 20 años con Monseñor Gonzalo, en esa cercanía de dos iglesias hermanas que van viviendo esa fuerza del Espíritu en unos lugares y unos tiempos semejantes. Es la fuerza de Dios que hizo caminar a nuestras iglesias por donde Él quería, que llegó a ir teniendo esa fuerza de ser capaces de arriesgar la  vida por el Evangelio en un lugar o en otro pero estando dispuestos siempre, a hacerlo con alegría, con ilusión, con esperanza, para transmitir alegría, ilusión y esperanza a los demás.
Quiero recoger en este día de Pentecostés, que vamos a comenzar la Fiesta de Pentecostés, esa fuerza consoladora del Señor. El Señor se acerca a sus discípulos y les trae la paz: la paz esté con ustedes y mostrándoles las manos y el costado les envía para que sean portadores de esa paz entre todos los pueblos, que nosotros nos sintamos enviados por el Espíritu a transmitir la alegría de la paz del Espíritu entre todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta Iglesia de San Miguel  de Sucumbíos.
Que recibamos esa fuerza del Espíritu para ser transmisores de la misericordia del Padre y para llevar con alegría el camino que Dios, que el Espíritu del Señor quiere para nuestra Iglesia, con la ilusión de que nada nos va a faltar porque Dios está con nosotros y el Espíritu del Señor nos hace caminar con Monseñor Gonzalo en nuestras vidas y con la fuerza del Espíritu que camina dentro de esta Iglesia.
Que nuestras comunidades vayan siendo portadoras de la ilusión y fuerza del Espíritu para que la paz esté con nosotros y nos sintamos enviados, como Monseñor Gonzalo se sintió enviado para ser misionero del Padre y para arriesgar la vida por el Evangelio.”
Recibiendo la luz en 2ª vigilia Sucumbíos 2012
¡Linda Fiesta de la Asunción de nuestra Madre María!