P. José Adalberto Jiménez Mendoza |
NUEVO
OBISPO EN LA IGLESIA HERMANA DE AGUARICO:
NUESTRA
ORACIÓN Y AFECTO AL P. JOSÉ ADALBERTO JIMÉNEZ
NUESTRO
PROFUNDO AGRADECIMIENTO A MONS. JESÚS ESTEBAN SÁDABA
Coca, aniversarios 50º sacerdocio y 25º Obispo Abril 2016 |
“Las Iglesias de Aguarico y la de Sucumbíos han
caminado históricamente como iglesias hermanas a través de la participación y
el apoyo mutuo”, recordábamos aquí en abril de 2015 felicitando a Mons. Jesús
Esteban en su doble aniversario, de ordenación sacerdotal y episcopal. Celebramos
que el Papa Francisco ha nombrado recientemente Obispo Vicario Apostólico de
Aguarico, al Reverendo Padre José Adalberto Jiménez Mendoza, O.F.M. Cap. actual
Vice-Ministro Provincial de la Orden Capuchina en Ecuador y pedimos que el
Espíritu le acompañe siempre y podamos seguir en esta senda de hermandad para gloria
de Dios. Agradecemos profundamente a Mons. Jesús Esteban Sádaba, su cercanía,
su apoyo, su cariño por esta Iglesia de Sucumbíos. Le pedimos tenernos siempre
presentes en su oración. Como un gesto
de gratitud compartimos esta homilía que pronunció Mons. Sádaba a solicitud de
Mons. Celmo Lazzari:
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En Catedral Lago Agrio, Misa 1º aniv. Mons. Gonzalo |
HOMILÍA DE
MONS. JESÚS ESTEBAN SÁDABA,
OBISPO DE
LA IGLESIA DE AGUARICO, EL 14 DE MAYO DE 2016,
EN LA MISA
DE PASCUA DEFINITIVA DE MONS. GONZALO LÓPEZ
MARAÑÓN
PRESIDIDA
POR MONS. CELMO LAZZARI,
OBISPO DE
LA IGLESIA DE SUCUMBÍOS,
EN LA CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA
DEL CISNE, NUEVA LOJA, SUCUMBÍOS
“Paz y bien con todos ustedes. Al ir viviendo esta celebración de la
Palabra de Dios dentro de esta Eucaristía en la que recordamos a Monseñor
Gonzalo López Marañón. Monseñor Celmo,
me pidió que les acompañase y que estuviese presente con estas palabras en la
homilía. Gracias Monseñor Celmo por dejarme esta oportunidad de ir viviendo
este compromiso de Iglesia, el compromiso de Iglesia de ir dando sentido a la
vida y muerte de un pastor como Monseñor Gonzalo López Marañón, en el ambiente
litúrgico y eclesial en que se ha dado. Monseñor Gonzalo moría hace una semana,
cuando ustedes empezaban la fiesta de las
comunidades, se metió en la fiesta de las comunidades para que ustedes
le hiciesen fiesta a él y terminamos la celebración de la fiesta de las
comunidades, con ocasión de esta celebración, de este funeral en la Iglesia de
San Miguel de Sucumbíos, aquí, por quien estuvo de pastor durante 40 años,
desde 1970. Sentir esa fuerza del Espíritu que camina con la Iglesia, es algo
que lo ha hecho presente precisamente en esta muerte y en este encuentro con la
Iglesia de Dios desde las más lejanas tierras.
Coca, aniversarios 50º sacerdocio y 25º Obispo Abril 2016 |
Monseñor Gonzalo, misionero desde comienzo de su vida de sacerdocio,
después de estar preparando a otros
misioneros y misionero hasta el final,
queriendo que sea la misión lo que le dé sentido a toda su vida. Y es lo que
está dando sentido a esa vida que la fue entregando a todo el pueblo de Dios.
Misionero en comunidad y misionero dentro de los lugares que no eran fáciles
porque la Palabra del Señor y la Iglesia, van creciendo con la fuerza del
Espíritu por donde quiere el Espíritu y en los lugares donde los hombres le
acompañamos a ese Espíritu. Ocurrió en la primera comunidad cristiana, que al
recibir la fuerza del espíritu los apóstoles salieron y dieron testimonio
cuando no tenían días anteriores fuerzas para hacerlo y aquel momento tuvieron
fuerza para hacerlo y sorprendieron. Así fue la vida también de Monseñor
Gonzalo sorprendiendo a los demás con esa fuerza del Espíritu que caminaba, con
la que él caminaba; esa es la fuerza del Espíritu que nos va a ayudar y con la
que va a ayudar a su Iglesia a seguir caminando. En este momento la Iglesia de
Dios con Monseñor Gonzalo va caminando aquí en Sucumbíos bajo el pastoreo de
Monseñor Celmo, con la fuerza de ese Espíritu del Señor que a lo largo de 40
años guió el caminar de nuestra iglesia
bajo el pastoreo de Monseñor Gonzalo López Marañón. Es la fuerza del Espíritu
la que transforma las realidades que nosotros vivimos. Es el Espíritu del Señor
que en Monseñor Gonzalo hizo transformar muchas realidades, muchas personas, y
que en esta sociedad que creció, a la que ayudó a crecer, a la que ayudó a ir
desarrollándose, lo hizo siempre con un amor muy profundo de amor a la Iglesia y un espíritu de servicio
misionero hasta poner al servicio de los demás todo lo que él podía tener, toda
su vida, su salud y todo lo que él tenía.
Con Mons. Gonzalo en ayuno 2011 en Quito |
Y quiere quedarse en misión, quedarse en fuerza misionera hasta
aquellos lugares alejados de África, para que sea fuerza y semilla de Dios en
esos lugares y pueda transformar la realidad en la que él vivió. Ayudó a transformar esta realidad,
ayudará con a fuerza de Dios a transformar aquella otra y desde la presencia de
Dios bendecirá la acción de esta Iglesia de comunidades que va viviendo ese
impulso del Espíritu en el lugar y en el tiempo en que nosotros vivimos.
Recordar y vivir la muerte de Monseñor Gonzalo no es vivir en tristeza. Él no
sabía vivir en tristeza y, yo al recibir y al vivir esta semana este
acontecimiento, les puedo decir que no lo he vivido en ningún momento en
tristeza, porque la alegría de la vivencia de la fe que Monseñor Alejandro… eh!
Monseñor Gonzalo llevaba, le impulsaba y nos impulsaban a todos a vivir, eso
es, la alegría de la fe. Me sale Mons. Alejandro más de una vez, Monseñor
Alejandro y Monseñor Gonzalo vivieron y se ordenaron juntos y vivieron su
compromiso misionero aquí. A mí me tocó
vivirlo durante 20 años con Monseñor Gonzalo, en esa cercanía de dos iglesias
hermanas que van viviendo esa fuerza del Espíritu en unos lugares y unos
tiempos semejantes. Es la fuerza de Dios que hizo caminar a nuestras iglesias
por donde Él quería, que llegó a ir teniendo esa fuerza de ser capaces de
arriesgar la vida por el Evangelio en un
lugar o en otro pero estando dispuestos siempre, a hacerlo con alegría, con
ilusión, con esperanza, para transmitir alegría, ilusión y esperanza a los
demás.
Quiero recoger en este día de Pentecostés, que vamos a comenzar la
Fiesta de Pentecostés, esa fuerza consoladora del Señor. El Señor se acerca a
sus discípulos y les trae la paz: la paz
esté con ustedes y mostrándoles las manos y el costado les envía para que sean
portadores de esa paz entre todos los pueblos, que nosotros nos sintamos
enviados por el Espíritu a transmitir la alegría de la paz del Espíritu entre
todos los hombres y mujeres de buena voluntad de esta Iglesia de San
Miguel de Sucumbíos.
Que recibamos esa fuerza del Espíritu para ser transmisores de la
misericordia del Padre y para llevar con alegría el camino que Dios, que el
Espíritu del Señor quiere para nuestra Iglesia, con la ilusión de que nada nos
va a faltar porque Dios está con nosotros y el Espíritu del Señor nos hace
caminar con Monseñor Gonzalo en nuestras vidas y con la fuerza del Espíritu que
camina dentro de esta Iglesia.
Que nuestras comunidades
vayan siendo portadoras de la ilusión y fuerza del Espíritu para que la paz
esté con nosotros y nos sintamos enviados, como Monseñor Gonzalo se sintió
enviado para ser misionero del Padre y para arriesgar la vida por el Evangelio.”
Recibiendo la luz en 2ª vigilia Sucumbíos 2012 |
¡Linda Fiesta de la Asunción de nuestra Madre María!