ALELUYA, RESUCITÓ
“Ha resucitado… Él va por delante
de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo”. Mc 16, 7
Con
esta alegría compartimos nuestra felicidad por la Pascua del Señor. El va
delante y nos espera en las periferias de la Galilea de hoy.
Fue
una experiencia reconfortante vivida en estos días en la tradicional Semana
Santa, evangelizada por el Misterio Pascual del Señor del triduo pascual. La concurrencia
y participación en las diferentes zonas, sectores, parroquias y comunidades se
hizo sentir.
La fe
se manifestó desde el Domingo de Ramos con las coloridas bendiciones de los
ramos, las plantas, semillas y más. Las celebraciones penitenciales
comunitarias y personales como gran
oportunidad de preparación para celebrar los misterios del Señor. La Misa
Crismal con la renovación de las promesas sacerdotales, compromisos
ministeriales y la bendición de los óleos para
administrar los sacramentos este nuevo año. La celebración de la Cena
del Señor, el mandato del amor y el servicio
fue recreado y enriquecido por el compartir de las fanescas
comunitarias, las visitas familiares y especialmente a los enfermos. Otro punto fuerte de religiosidad fue la
arraigada devoción al Vía Crucis en las masivas concurrencias en las procesiones,
expresión del sufrimiento que vive nuestro pueblo y por las cruces que tiene
que cargar. La celebración de la pasión y la muerte del Señor nos colocaban en
la realidad concreta del sistema de
muerte que trituró a Jesús y que hoy se repite pero con la esperanza de
revertir la historia.
Desde la cobarde oscuridad del
pecado y de la muerte la luz emergía con
la buena noticia de la Resurrección del Señor en la Vigilia Pascual. El pregón
pascual nos preparaba:
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
…son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos...
…Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo…
…¡Que noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino!...
El
aleluya inundaba nuestros templos y se avivaba nuestra fe. Una vez más la VIDA vencía a la muerte.
¡Viva
la fe, viva la esperanza y viva el amor!!!
“Vos
que estás resucitando en cada brazo que se alza,
para defender al pueblo del dominio
explotador.
Porque estás vivo en el rancho en la
fábrica, en la escuela.
Creo en tu lucha sin tregua creo en tu
Resurrección”.
El
proceso cuaresmal que nos preparó para la Semana Santa, para el triduo pascual,
nos deja un grandioso regalo de la mano del Papa Francisco. Él, anunció el
pasado 19 de marzo con la ocasión de la Jornada de Oración “24 horas para el
Señor” que el próximo año 2016 será un Año Santo de la Misericordia, coincidiendo con el
quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II (1962-1965).
Recordamos que el lema de su pontificado es "Lo miró con misericordia y lo
eligió". Por eso, siempre nos recuerda “nuestro Dios es pura misericordia”, que su mensaje es la
misericordia
Gracias Francisco, por invitarnos a volver a la
teología de la misericordia.
Gracias Señor por tu Hora de la
Misericordia.
“Oh Sangre y Agua que brotaste
del Santísimo Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros en ti
confío”.