sábado, 25 de junio de 2016

Décimo tercer Domingo del tiempo ordinario.



Lectura orante del Evangelio: Lucas 9,51-62
“Ya de chico, enfilé la proa hacia Jesús y desde entonces, felizmente para mí, Él se hizo cargo del timón de mi barca… Ansío ser aceptado como su amigo de confianza, pero vestido de su propio corazón (“revestíos de Él, subrayaba Pablo), para amarle desde Él mismo, centrado en su persona y en su evangelio, sin ruidos, sin cicatear tiempo a la tertulia ni trocearla con ocurrencias fuera de tono. Definitivamente, que mi ACENTO es JESÚS y mi sueño compartir su casita de exilado” (Monseñor Gonzalo López Marañón).   
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Miramos a Jesús en un momento clave de su vida: metido de lleno en nuestra historia, y, a la vez, en camino hacia el proyecto del Padre; muy encarnado en nuestra tierra y, a la vez, muy del cielo; nadie le quita la vida, es Él quien la da libremente. Estamos con Jesús en este camino. Lo vemos afrontando los miedos. No quiere sobrevivir, quiere vivir. Su generosidad para entregar la vida es total. En vez de dejarse llevar por la corriente, toma decisiones, se enfrenta a lo que tiene delante. El Espíritu lo acompaña. Así oramos: mirando a Jesús, aprendiendo de Él, dejando que el Espíritu nos meta en el proyecto que el Padre tiene para nosotras/os. Jesús, ¿qué decisión tenemos que tomar en este momento para seguirte?
‘¿Quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?’ Él se volvió y les regañó. ¿En qué consiste seguir a Jesús? ¿Autenticidad? Toda. ¿Rechazo a quienes no siguen nuestra manera de pensar y obrar? Ninguno. ¿Llama de amor viva? En plenitud. ¿Fuego de venganza y fanatismo destructivo? Nada de eso. El evangelio de Jesús no se anuncia con agresividad, se vive con gozo y valentía; la opción de creer en Jesús no es imposición, es propuesta de vida plena; caminar con Jesús es ser, como Él, artesanos de paz, abrir espacios de compasión y de ternura. Jesús, ¿qué actitudes tenemos que cambiar para parecernos a Ti?
Mientras iban de camino, le dijo uno: ‘Te seguiré adonde vayas’. Aunque en muchas casas y ambientes no se le deja entrar, Jesús sigue provocando seguidoras/es en el camino. Nosotras/os somos seguidoras/es. ¿Basta con esto? No. Queda desaprender maneras de seguirle a medias, sin compromiso claro ni coherencia, y aprender a ir con Él sin miedo a que nos lleve por caminos nuevos y nos meta en la lógica del amor que se entrega. Jesús, ¿por qué queremos seguirte y, a la vez, sentimos miedo? Danos tu Espíritu.    
‘Las zorras tienen madriguera y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza’. Jesús no engaña: promete su amor. Él es la referencia en el seguimiento, el descanso en el camino. Su propuesta de vida es fascinante. La novedad de su Evangelio está más allá de cosas que no pueden darnos vida. No es cuestión de renunciar, cuanto de elegir al que es lo mejor. ¡Qué alegría tenerte cerca, Jesús! No tienes nada y lo das todo. Gracias, Señor, Jesús, Amigo. Mil veces diremos tu nombre. 
Quien echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios. Las constantes miradas hacia atrás ralentizan el camino e impiden vivir de verdad. El seguimiento auténtico de Jesús nos abre a un horizonte nuevo. Si el corazón está lleno de otras cosas, no puede beber de la Fuente que mana. Jesús, tú eres el sentido de nuestra vida, nuestra alegría y plenitud, nuestro todo. Bendito y alabado seas.
                                               ¡FELIZ DOMINGO! Desde el CIPE – junio 2016

miércoles, 22 de junio de 2016

Homenaje a Mons. Gonzalo López Marañon por el Concejo Municipal del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Lago Agrio



DOBLE HOMENAJE DEL CANTÓN LAGO AGRIO
A MONSEÑOR GONZALO LÓPEZ MARAÑÓN:
UNO DE SUS FUNDADORES
Y ARTICULADOR DE ESPACIOS DE DIÁLOGO Y ESPERANZAS EN SUCUMBÍOS
Lago Agrio, 20 de junio de 2015


“…yo les animo a ustedes a ser fieles…y a que seamos de tal calibre, de tal calidad,
que no nos rompa nadie la vida ni la esperanza…”
(Mons. Gonzalo López Marañón, 18 de abril de 2015)


¡¡¡Y sigue creciendo la vida y la esperanza!!! Y los frutos de “…una práctica de apertura y  participación a todas las personas, tendiendo a la liberación  integral  de  hombres y mujeres, con su propia cultura”, con la que se caracterizó, como dice uno de los primeros considerandos de la Resolución Nº 130-GADMLA-2016 del Concejo Municipal del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Lago Agrio, Sucumbíos, Ecuador, para “rendir homenaje póstumo en reconocimiento a la obra misionera y social, realizada por Monseñor Gonzalo López Marañón en el cantón Lago Agrio y la provincia de Sucumbíos durante más de cuatro décadas. Monseñor Gonzalo vivió en el cantón Lago Agrio, ciudad de Nueva Loja desde el año 1970 hasta el año 2010 y sirvió como pastor en la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos -ISAMIS- durante 40 años, primero como Prefecto Apostólico y luego como su primer Obispo.”

También mediante Resolución Nro. 124-GADMLA-2016 el pleno del Concejo Municipal del Gobierno Autónomo Descentralizado de Lago Agrio, resolvió hacer un “Reconocimiento a la Memoria del Mejor Ciudadano Mons. Gonzalo López Marañón por sus 40 años de servicio incansable como misionero y Obispo”.


Este homenaje por parte de la Municipalidad, se realizó en el marco de la Sesión Solemne por el 37º Aniversario de Cantonización de Lago Agrio el pasado lunes 20 de junio de 2016 presidida por el señor Alcalde Abogado Vinicio Vega Jiménez y las/os integrantes del Concejo Municipal. Contó con la presencia de diversas autoridades, entre las que estaba Mons. Celmo Lazzari, Obispo actual del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos (desde 2014), y de la ciudadanía que contó con un nutrido grupo de integrantes de organizaciones sociales, de comunidades eclesiales y de movimientos apostólicos. Mons. Celmo Lazzari, acompañado de los Padres Carmelitas Descalzos Pablo Gallego y Juan Berdonces, recibió la Resolución y la placa de homenaje en nombre de la Iglesia de Sucumbíos. La Resolución 130 pide expresar a la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos ISAMIS y a la Orden de los Carmelitas Descalzos, “nuestro profundo pesar por la irreparable pérdida de Monseñor Gonzalo López Marañón, así como, el reconocimiento de la comunidad de Lago Agrio a su ejemplo misionero y a la obra llevada en favor de las personas más empobrecidas”.


¡¡¡Y sigue creciendo la vida y la esperanza!!! Este homenaje público de la Municipalidad a la obra de Mons. Gonzalo constituye un importante signo de unidad y reconciliación. El Concejo Municipal de Lago Agrio está integrado por personas de diferentes ideologías, de diferentes orígenes y experiencias y aún de diferentes religiones. Pero como ha sido usual entre nosotras/os, la diversidad es vista y vivida como una riqueza y hoy tiene un punto de identificación en ese colectivo político: el reconocimiento a la apuesta y obra invaluable de Monseñor Gonzalo López Marañón por la vida de toda la población y en especial a los sectores y personas más empobrecidas, en los distintos campos durante cuatro décadas: espiritual, religioso, educativo, social, cultural, organizativo, económico, político (bien común), de derechos humanos, entre otros.


Gonzalo, por su profundo amor a Lago Agrio, a Sucumbíos y a su gente, fue siempre un articulador de espacios de diálogo y de esperanzas que logró irradiar y propagar en el cantón Lago Agrio, en la Provincia y más allá. El Espíritu de Dios sigue haciendo su obra en nosotras/os, animándonos en nuestro compromiso ciudadano y cristiano, desde la fuerza de su testimonio y ejemplo de ciudadano, de hermano, de amigo y de pastor, que son su legado. ¡¡¡Y sigue creciendo la vida y la esperanza!!!


Adjuntamos copia de la resolución 130-GADMLA-2016 y foto de la placa y momentos del homenaje. (DESCARGA RESOLUCION PDF)



sábado, 18 de junio de 2016

Duodécimo Domingo del tiempo ordinario.



Lectura orante del Evangelio: Lucas 9,18-24
“Quiero pasar mi vida escuchándote” (Isabel de la Trinidad).
‘¿Quién dice la gente que soy yo?’ ¿Qué dice la gente de Él? Desde hace dos mil años su amor ha arrastrado a muchas/os peregrinas/os que le han amado con todo el corazón; le han escogido en medio de la tentación, le han sido fieles en el sufrimiento, han sido testigos de su vida en la muerte. Hay muchas/os que tienen su nombre en los labios y en el corazón. Sus vidas han renovado la humanidad, han embellecido el rostro de la Iglesia. “Porque solo tu amor vale más que la vida” (Carmen Cañada). 
 ‘Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?’ Vamos de camino con Jesús. Le hemos visto orar, perdonar, amar, curar heridas. No es uno más. Tiene algo que fascina y hace que volvamos la mirada hacia Él. Se ha metido en nuestra vida. Sus ojos habitan nuestra interioridad. Sus palabras nos han abrasado el alma. Es Señor y Amigo. Su fuente ha saciado nuestra sed más honda, nos ha colmado de gozo. Es fiel a la alianza que ha hecho con nosotras/os. Sabe esperarnos. Cuando volvemos a Él nos recibe con una ternura y misericordia inusitados. Le ha dado a nuestra vida un horizonte de esperanza. Es alguien único. Se llena de alegría cuando empezamos a amar a las/os demás, como Él les ama. ¿Quién decimos que es? Nunca nos cansaríamos de hablar de Él. Jesús lo es todo en nuestra vida. “Encontrarme contigo, Jesús de Nazaret, es la dicha más grande de mi vida” (Carmen Cañada).
Pedro tomó la palabra y dijo: ‘El Mesías de Dios’. El Espíritu viene en nuestra ayuda, pone en nuestros labios palabras de fe y amor para decírselas a Jesús; abre con delicadeza espacios para el encuentro con Él. El Espíritu nos empuja a entregar a Jesús sin miedo nuestra vida entera.  Al confesar quién es Él, descubrimos quiénes somos nosotros; nos lanzamos a la fascinante aventura de ser de Dios, invitados a vivir al aire de las bienaventuranzas. “Toda mi vida cantaré y tocaré para Ti” (Carmen Cañada).  
“El Hijo del Hombre tiene que ser ejecutado y resucitar al tercer día’. En el camino de la esperanza seguimos cada uno de los pasos de Jesús, también los que van de la noche a la mañana resucitada. Juntos andamos. Después de conocer a Jesús, ya no podemos ni queremos elegir otro camino, porque “Cristo es mío y todo para mí” (Juan de la Cruz). Sus sufrimientos son los nuestros, los sufrimientos de la humanidad son los nuestros. “No necesito verte para verte, ni hablar para decir lo que te quiero. Yo creo en Ti, yo creo en Ti, creo en Ti. Yo espero en Ti, yo espero en Ti, espero en Ti” (Carmen Cañada).
‘Él que quiera seguirme… que se venga conmigo’.  Conocemos nuestra debilidad, pero queremos seguir a Jesús. Orientamos hacia la Cruz nuestros pasos, hacia la Alegría resucitada nuestro corazón. Aunque lo perdamos todo, siempre nos quedará Jesús. Allí estará su amor para inundar nuestro corazón. Hemos elegido a Jesús. ¡Qué alegría ir con Él! “Hiciste la belleza porque sabías que mis ojos exultarían viéndola. Me esperas en la muerte porque sabes que necesito verte” (Carmen Cañada).
                                               ¡FELIZ DOMINGO! Desde el CIPE – junio 2016