viernes, 29 de junio de 2012

Aprendiendo a creer


Jesús, el Señor, y Jesús, el amigo del Señor.
Los dos, unidos en un abrazo crucificado.
El Reino como horizonte.
En ese icono se centra la mirada.   
Jesús, el Señor, sosteniendo el cuerpo roto, entrañable, del misionero.
Alrededor, gente que sabe llorar, sí, y creer, sí.
Alrededor, amigos y amigas de todo continente.
Alrededor, manos que tocan con cariño el cuerpo herido.   
Se oye el ruido: ¿Por qué seguir molestando al Maestro?
¡Ya está! ¡Es el final!
¿Cómo que por qué? ¿Qué final?
¡Esta es la hora!
Aquí comienza la esperanza.
¡Sucumbíos!
¿Y qué pasa cuando la fe no cura?
¡Nada está perdido!
Es entonces cuando la fe adquiere más sentido.
¡Sucumbíos!La mies es mucha.  Hay mucha tarea por delante.
El arroyo se hace mar.
Más vivo que nunca, más libre, más presente.
Sale del silencio a preguntar a los que miran:
¿Qué les pasa? Además de la cara, ¿cuál es su problema?
Jesús es el Señor, y el otro Jesús, el discípulo, le sigue.
Quien mira, aprende a creer.
Deja fuera la desesperanza.
Y se funde con los dos Jesús en el abrazo.

jueves, 28 de junio de 2012

“Iglesia, casa y escuela de comunión” - Encuentro Vida Religiosa de Sucumbíos


Los religiosos y religiosas de las congregaciones que comparten su vida y misión en el Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos estuvieron congregados en el Colegio Intercultural Bilingüe Abya Yala, cerca de Nueva Loja,  el día 15 de junio, gran fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, para una jornada de convivencia, de compartir experiencias, reflexionar sobre el camino desde Cristo y celebrar juntos/as.

El encuentro se inició alrededor de las 9 a.m. con la oración inicial y un momento de animación que ayudaron a conocernos mejor los religiosos/as presentes. Enseguida, en un clima fraterno, Mons. Paolo Mietto, Administrador Apostólico del Vicariato, trató dos temas básicos que sirvieron de reflexión para la vida de consagrados/as: la relación con los laicos/as y la Iglesia como casa y escuela de comunión. Este momento se culminó con un espacio de compartir las inquietudes y los signos de reconciliación que estamos mirando en este nuevo momento del Vicariato. Al mismo tiempo, mirando algunos puntos que no han ayudado en este proceso y enumerando algunas sugerencias para llevar adelante el ideal de sanar las heridas y llegar a la reconciliación entre el Pueblo de Dios de Sucumbíos.
Las representantes de la CER (Conferencia Ecuatoriana de Religiosos/as) nacional, hermanas María Lucy Villa y Piedad Aldáz, dejaron un mensaje de esperanza,  reafirmando la cercanía de los religiosos/as de Ecuador con este Vicariato. Los religiosos/as presentes expresaron que sería muy significativo, si por medio de la CER-Nacional, se lograra enviar un equipo intercongregacional para colaborar en la labor misionera en Sucumbíos.

El encuentro finalizó con la Celebración Eucarística presidida por Mons. Paolo Mietto y con el firme propósito de que continuar la reflexión. Para ello se marcó para el día 9 de octubre de 2012, un próximo encuentro donde se buscará elaborar un proyecto para el año pastoral 2012-2013 de la CER – Sucumbíos.

martes, 26 de junio de 2012

EL PAPEL PROFÉTICO DE LOS POBRES



Cuando no se pueden decir las causas de ciertos acontecimientos, oscuridades o males suele afirmarse: "hay una mano negra". La expresión podrí­a parecer un tanto discriminatoria y racista, porque bien visto, las manos blancas han sido las causantes en la historia de atropellos innombrables. Así­ que podemos decir que hay manos blancas, negras, rojas o amarillas que pueden hacer bien y hay manos blancas, negras, rojas y amarillas que hacen mal.

No obstante, serí­a ingenuo y casi culpable afirmar que hay lugares en los que el mal no puede entrar. Serí­an aquellos lugares sagrados "libres de mal", serían quizás aquellas personas investidas de autoridad sagrada. La experiencia y las evidencias nos dicen todo lo contrario: que en nombre de lo sagrado se pueden no sólo cometer las mayores tropelías, sino que también se puede utilizar lo sagrado para bendecirlas o para lanzar la piedra y esconder la mano.

Esas personas no actúan de frente, no se mezclan con la gente, no dan la cara. Difí­cilmente experimentan compunción por el sufrimiento, se limitan a expresar  medias verdades “eternas” que no viven. Se resguardan en la ley: ¡Así dice el Derecho Canónico! El mal hacer tiene consecuencias, venga de donde venga. Pero es más doloroso cuando llega camuflado con un revestimiento religioso.

Nos preguntamos ahora: ¿Qué consecuencias ha provocado el autoritarismo en nuestra iglesia de Sucumbíos? Esa falta de respeto por los procesos ha generado dos tipos de conciencia: una lúcida, que se pregunta por qué y para qué, y quiere buscar la voluntad de Dios en medio de esta situación; la otra acrítica e interesada, niega la lucidez y busca sacar partido personal: ahora es el momento de sacar partido de todo esto, pues… en rí­o revuelto… ya se sabe.


Podrían estar en juego dos modelos de Iglesia, desde luego. Podrían estar en juego dos formas de entender y vivir la piedad y la espiritualidad. Pero en el fondo, en la raíz última de todo, encontramos una violencia sistemática y un intento planificado de eliminar el papel profético de los pobres. Porque los pobres no molestan cuando están en silencio. No molesta la invisibilidad, porque permite hacer y deshacer; permite incluso la compasión fácil y las actitudes paternalistas. Pero si los pobres tienen voz y palabra, significa que otros que no son pobres y detentan el poder, tendrán que mezclarse con ellos y ellas, y además deberán compartir lugares y espacios de decisión y de misión. La utopía de Jesús rompe las fronteras creadas por el poder religioso.

Algo de esto es lo que se vive en Sucumbíos, donde, con muchas limitaciones, se pretende actualizar esta utopía. Es ésta – la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos -  una iglesia pequeña, alejada del centro, sin aparente interés para los que pretenden el poder. Pero es una iglesia donde se vive el milagro. El milagro de que los pobres han creído a Jesús, que les dice que tienen dignidad de hijos e hijas de Dios. Los pobres han recordado la promesa de Jesús: “el que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores” (Jn 14,12), y la otra: “…y les dio poder para expulsar demonios” (Mc 3,15).  Y eso ha dejado perplejos a quienes minusvaloraron al Espíritu de Dios que actúa donde y cuando quiere.  

La categoría pobres en la Iglesia de San Miguel de Sucumbí­os acoge a muchas personas y estas personas son, entre otras: catequistas, ministerios o personas comprometidas en organizaciones sociales. Estas personas, que en su mayor parte han soportado el sufrimiento de manera casi continua en sus vidas, se han armado de valor, han creído en su dignidad de hijos e hijas de Dios y no les ha importado formar parte de esa "nube de testigos" que han lavado sus mantos en la sangre del Cordero. Son mujeres y varones, son campesinos y gente de ciudad, son indígenas y negras. La diversidad es componente esencial de Pentecostés, si la Iglesia de comunidades desaparece, Pentecostés estaría más lejos de la vida de la Iglesia, hace mal a la misma Iglesia en su conjunto.


“No con la fuerza, ni la violencia (el poder)… es como el mundo (y la Iglesia) cambiará”. Es una tentación fácil, pero no deja de ser una esperanza engañosa. Preferimos agarrarnos a los pobres como gestores del cambio en el mundo.  Los pobres actualmente son más. ¿Qué sería de nuestra Iglesia si la presidiera y encaminara una colosal masa de pobres, excluidos, desterrados y desheredados? ¿Qué sería de nuestra Iglesia si se desnudara de todo vestigio de poder? ¿si varones, mujeres, esclavos y libres fueran una misma voz? Acabaríamos con todo tipo de violencia y el Reino estarí­a más cerca.

domingo, 17 de junio de 2012

Santa Madre del Carmen intercede por nuestro hermano


En oración por la salud de nuestro hermano querido
Por la salud del Padre Jesús Arroyo, ocd.
Lago Agrio, Sucumbíos, Ecuador, domingo 17 de junio de 2012

El Padre Jesús Arroyo Castellanos, Superior Delegado para Ecuador de la Orden de los Padres Carmelitas Descalzos, estando de vacaciones en la ciudad de Burgos, España, sufrió, el pasado sábado 16 de junio de 2012, un accidente de bicicleta que le ocasionó un fuerte golpe en la cabeza y su estado de salud es delicado.

Invitamos a unirnos en oración al Señor de la Vida, por el Padre Jesús, por mantener la esperanza y ser fieles al Espíritu y al testimonio de este amigo, que ha sido probado en la plenitud de la vida, de manera extrema en los últimos tiempos y se ha mantenido fiel a su vocación cristiana y a su vocación carmelita-teresiana.

Roguemos a Dios para que Jesús desde su certeza de la ternura de Dios y de nuestro amor por él, siga luchando por su vida y el Señor acoja este esfuerzo.

Queremos seguir contando con su presencia sencilla, con su humor simple de hombre grandulón que nos alegra la vida, con su acompañamiento y cercanía a tanta gente, a la que con su cariño, sus orientaciones y sus luces, ayuda a descubrir o sentir la presencia de Dios en el corazón y a discernir su vida, haciéndola más auténtica, más solidaria y más feliz. Queremos seguir contando con su amor incondicional por los/las pobres, su confianza y preocupación por ellos y ellas, con su sensibilidad y reconocimiento a la vida y acción de las mujeres, con su amor por las comunidades del Vicariato Apostólico de Sucumbíos en esta Iglesia local, a la que tuvo que redefinir su acompañamiento en los últimos tiempos. Queremos seguir contando con la presencia de este hombre bueno… con su presencia en nuestra vida y en la de nuestras familias, en nuestra sociedad, en las comunidades, en las organizaciones, en el Carmelo. Queremos seguir contando con la presencia de Jesús especialmente en la Iglesia, que tanto necesita, de gente de sus condiciones y su integridad, para contribuir en el tejido del perdón y la reconciliación en Sucumbíos, tan anhelada y tan esquiva.

Confiemos en que a través de la difícil situación de la vida del Padre Jesús, se manifieste la presencia y acción de nuestro Dios Salvador y Liberador de personas, de comunidades, de la Iglesia y de la sociedad. Estemos atentos/as a la escucha de lo que Dios quiere de nosotros/as y a ser fieles a su voluntad.

Para seguir noticias de la evolución de su salud pueden remitirse a la página web de los Padres Carmelitas de la Provincia de Burgos:  www.ocdburgos.org