jueves, 28 de noviembre de 2013

GRAN CELEBRACIÓN DIOCESANA - VICARIATO APOSTÓLICO DE SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS


Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo
El 24 de noviembre pasado vivimos, en espíritu de Iglesia Universal y con la Iglesia Ecuatoriana, una gran celebración diocesana que reunió en una única fiesta en Nueva Loja, Lago Agrio, capital de nuestra provincia, estos importantes motivos:
ü  Clausura del Año de la Fe
ü  Día de la Iglesia Católica en el Ecuador: Campaña de los “Cinco panes y dos peces”
ü  Fiesta Diocesana del Compartir de la Iglesia de Sucumbíos
Presidid@s por Mons. Paolo Mietto, las Comunidades Cristianas de las pastorales Indígena, Negra, Urbana y Campesina; los Ministerios y Agentes de Pastoral y el Movimiento Juan XXIII, conjuntamente con todo el Pueblo de Dios, participaron en el siguiente programa:



-          Rosario de la aurora
-          Eucaristía matinal (Catedral)
-          Desayuno Compartista
-          Bendición de los platos típicos
-          Eucaristía Solemne (Catedral)
-          Bazar de productos campesinos
-          Almuerzo Compartista
-          Bingo Juvenil


Desde la mañana, los alrededores de la Catedral Nuestra Señora del Cisne, fueron escenario de un movimiento alegre en los patios y bajo las coloridas carpas, donde las diferentes delegaciones de la Iglesia se dieron cita para gozar de esta fiesta comunitaria. Enith, Coordinadora Diocesana de la Pastoral del Compartir, pasaba por los puestos saludando y animando a tod@s con una amplia sonrisa.



“Iglesia somos tod@s y sus necesidades son nuestras”

La Pastoral del Compartir se inició en la Iglesia de Sucumbíos a partir del año 2004, año en que recibimos asesoramiento de un equipo de la “Pastoral de Diezmo”, de la Diócesis de El Callao (Perú). En un Taller que duró varios días nos compartieron los fundamentos bíblicos, especialmente evangélicos, la pastoral y los aspectos más importantes de su experiencia. Por nuestra parte, hicimos el esfuerzo de adaptar todo eso a nuestra realidad y camino de Iglesia Misionera. En vez de Pastoral del Diezmo convinimos en llamarla Pastoral del Compartir.

Desde entonces, se fueron integrando cada una de las unidades pastorales con sus propias características. Empezó la Urbana, siguió la Campesina, a continuación la Indígena y finalmente la Negra.



A partir de entonces, esta Pastoral es parte integrante de la vida de ISAMIS y ha dado hermosos frutos. Por eso, es una de las Líneas Pastorales del Plan Diocesano actual. Sus principales elementos: la Ofrenda, las Fiestas del Compartir y los Compartistas. De esta manera, mediante una catequesis, se trata de animar la generosidad de los hermanos y hermanas para atender las necesidades de la comunidad cristiana y superar ciertas formas nada evangélicas de recaudar dinero en la Iglesia o de vivir de lo sagrado. Por eso, es importante la contabilidad, la transparencia y la socialización en este ámbito.

No podemos dejar de mencionar que esta Pastoral cuenta con personas que desempeñan dicho ministerio o servicio en la Comunidad Cristiana, algunas de ell@s ha recibido el Ministerio Reconocido.

La Ofrenda

Tradicionalmente en las misas, la ofrenda es recogida por personas que pasan por las bancas con una funda o bandeja en la que los fieles depositan su aporte económico.

En la Pastoral del Compartir, el momento de la ofrenda reviste un sentido mucho más profundo: es una manera de manifestar públicamente nuestra fe, participando y uniéndonos al ofrecimiento de Jesús y su sacrificio por el Reino. Así también nos comprometemos por la causa del Reino de la mesa compartida, ofreciendo nuestra vida y los bienes que nuestro Padre Dios generosamente nos da. Esto se expresa con la oración motivadora que nos anima a salir de la comodidad de nuestro asiento y caminar hacia el altar, caminar al encuentro del Señor. Este gesto se hace fuerte como caminar comunitario de un pueblo nuevo que comparte y ha vencido al pecado del egoísmo. Por eso cantamos la alegría del compartir.

“Ofrezcamos pues agradecid@s, herman@s, lo que somos y lo que tenemos a Dios, ¡Quien nos lo ha dado todo!”

 
Oración del Compartir

 “Padre, venimos alegres ante Ti,

a darte gracias por la vida, el trabajo y la madre tierra,

que cada día nos da sus frutos para alimentarnos.

Padre bueno, con amor, sencillez y gratitud,

te entregamos y compartimos nuestra ofrenda,

en señal de fidelidad a nuestra Madre Iglesia.

Ayúdanos a crecer en el seguimiento de Jesús y su Evangelio,

como verdaderos discípulos misioneros, testigos de tu Reino.

Padre, recíbela en nombre de nuestro Señor Jesús. Amén”.

 El Tripartito: Así llamamos al espíritu y criterio que acompaña al compartir en la distribución económica. Tiene raíces bíblicas que expresan tres dimensiones económicas de la comunidad:

-          Dimensión religiosa del compartir (Cfr. Dt 14, 27-29): contribuir para favorecer el crecimiento en la fe en comunidad (necesidades de la propia comunidad cristiana para vivir y celebrar la fe y las necesidades de sus ministerios laicales, religiosos y ordenados, que sirven a la comunidad).

-          Dimensión social del compartir (Mt 25, 42-45): contribuir solidaria y comunitariamente con los pobres (ayudarles con lo que necesitan de inmediato, pero al mismo tiempo llevando un compromiso social que apunte a conocer y superar las causas de la pobreza). Si no es así, puede terminar convirtiéndose en asistencialismo que no educa, que no libera.

-          Dimensión misionera del compartir (2 Cor 8, 1-3): contribuir a las necesidades de evangelización de otras comunidades de la Iglesia, a nivel diocesano, nacional o mundial.

Por eso, Marilú, Ministerio Reconocido del Compartir, distribuye equitativamente el monto económico de la ofrenda y de las otras actividades del compartir en tres partes: una para la propia comunidad, otra para l@s pobres y otra para l@s misioner@s. La parte que recibe el o la misioner@ se deposita en el Fondo Común de Equipos Misioneros, para de allí ser repartido equitativamente entre todos los misioner@s del Vicariato (Cfr. Hech 2, 42-47).

Así hemos vivido más de cuarenta años en nuestra Iglesia, queriendo ser Casa y Escuela de Comunión y, de esta manera, entre nosotros no han existido las llamadas “parroquias ricas y parroquias pobres” (Cfr. DA 100, e).

Agradecemos a la Iglesia Ecuatoriana, con la campaña de los “5 panes y 2 peces” reconoce nuestra pequeña contribución  a recrear la vida pastoral.

 
“Todos, hoy, vamos a Compartir,

todos, hoy, demos con mucho amor.

El amor es una realidad, el amor es solidaridad”

¡Viva la Fiesta del Compartir!

¡Viva! ¡Viva! ¡VIVA!

martes, 26 de noviembre de 2013

I ENCUENTRO DE LA ESCUELA DE MINISTERIOS




“Hola, Mama Chofi, cómo ha estado Ud.?”, dice Don Segundo Díaz, Diácono Permanente, saludando y estrechando su mano con la abuelita negra, pequeñita pero llena de entusiasmo. Como ellos, también otras personas se saludan cordialmente al llegar al Centro de Formación ISAMIS, en Lago Agrio.

Ese día 23 de noviembre pasado se realizó el Primer Encuentro de la Escuela de Ministerios correspondiente al año pastoral 2013-2014. Como es tradición en nuestro Vicariato de San Miguel de Sucumbíos, estos encuentros trimestrales sirven para la formación y el acompañamiento de las personas que han recibido ministerios laicales reconocidos o instituidos, e incluso ordenados (diáconos permanentes y presbíteros), en nuestra Iglesia Local.

¿Cuándo y por qué nace la Escuela de Ministerios?

Empieza en el año 1992, -hace 21 años- cuando recibe ministerios reconocidos el primer grupo de personas y es ordenado un presbítero, con el fin de que tengan una instancia de encuentro y formación permanente que les ayude a fundamentar su ministerio y a mejorar su servicio a las comunidades cristianas de las que salieron y a quienes siguen sirviendo en diferentes campos y niveles.

Al momento son ya más de 150 las personas con ministerios reconocidos o instituidos y con ministerios ordenados en nuestra Iglesia. Se trata mayoritariamente de ministerios laicales y también mayoritariamente llevados por mujeres, dedicadas principalmente a tareas de evangelización, inmersas en las diferentes pastorales: campesina, urbana, negra e indígena. Hay también ministerios laicales de personas comprometidas en el campo social -hombres y mujeres- y varones con un ministerio ordenado. De esta forma, en la Escuela de Ministerios se recoge el sentido de una Iglesia Comunidad, toda ella ministerial, según el espíritu del Concilio Vaticano II.

Para recibir un ministerio reconocido o instituido una persona ha debido realizar antes un largo camino de testimonio cristiano y de servicio pastoral. Así, por ejemplo, don Segundo, el diácono campesino, hace más de 20 años, y apenas llegado de Loja, inició como animador de su comunidad cristiana, luego recibió el Ministerio Reconocido de Misionero de las Comunidades y finalmente la ordenación como Diácono.

Propuesta formativa

La propuesta formativa tiene varios elementos, uno de ellos lo describimos a continuación. Partimos de cuatro necesidades:

-        Profundizar en lo que nos dará unidad eclesial: el Plan Diocesano de Pastoral

-        Incidir en la utopía, que nos hará revisar y reafirmar el sentido y reorientará continuamente desde el Espíritu: “Liberación integral del hombre y la mujer, desde los pobres, por la causa del Reino”

-        Coincidir con lo que desde otros ámbitos eclesiales se está trabajando este año: en la Agenda Latinoamericana se quiere ahondar en el tema de la libertad. Y coincide con la primera parte de nuestra utopía.

Responder a las inquietudes expresadas por las Asambleas Diocesana y de Equipos de Vida pidiendo al Centro de Espiritualidad “Monte Carmelo” que formule una propuesta formativa para tres años desde las bases de la espiritualidad de esta Iglesia Misionera.

Tema para este año pastoral: “Liberación integral del hombre y de la mujer”

·         Este Primer Encuentro giró en torno a:

La libertad en la experiencia del Pueblo de Israel

Se empezó compartiendo la vida, según el método VER-JUZGAR-ACTUAR: cuando experimentamos la libertad y cuando no, en nuestra vida como ministerio?.

En el juzgar se vio cómo la libertad forma parte de la experiencia del pueblo de Israel, desde su experiencia de opresión, pero también desde el descubrimiento de un Dios que los quiere libres de yugos y opresiones.

Era de ver a don Amable, con sus dotes de narrador, y a su grupo de actores y actoras, como doña Eloísa, representando la historia bíblica de Gedeón con sus trompetas y cántaros improvisados!

Se dejó como tarea, hasta el siguiente encuentro, una serie de historias a leer y meditar sobre las variadas experiencias de libertad en el Antiguo Testamento.

·         El segundo Encuentro será: La libertad desde Jesús.

·         Y el tercer Encuentro: Liberados para liberar. Gálatas y la experiencia de las comunidades cristianas para vivir en misión hoy.

 

“Cristo nos liberó para ser libres.

Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud” (Gl. 5, 1)
 

sábado, 23 de noviembre de 2013

El Reino es el sueño de Dios sobre el mundo.

Lucas 23, 35-43
 
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús,
diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo,
si él es el Mesías de Dios, el Elegido."
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:
Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo."
 
HACER MUECAS
 
Es el colmo de la irracionalidad contra Jesús. Persecución ideológica, persecución social, eliminación física. Todo eso ha ido formando de su destino.
 
Pero las muecas de las autoridades debían ser “lo adecuado para el momento”. De nuevo, estaban cumpliendo con su papel, en coherencia con todos los demás actos. No se podía esperar otra cosa, al igual que del poder romano, que veían a un hombre extraño, mendigo, un condenado como otros tantos. Por eso, lo que realmente produce temor y escalofrío al leer esta Palabra es precisamente esa ciega impunidad contra la víctima, bien armada y justificada en nombre de Dios.
 
Hoy, ese mismo procedimiento se repite hasta la saciedad con la gente que auténticamente le sigue. También se repite con la gente que no afirma conocerle o seguirle pero está en esa fila de testigos que han sufrido persecución como consecuencia de sus opciones por el bien de otros y otras. Es la dinámica del mal suelto y acampando a sus anchas en la tierra. Cada vez más sofisticado, más sorprendente, pero también más previsible porque sus efectos son siempre los mismos. Frente a ese mal que gradualmente se infiltra en la vida y que destruye fecundidad, la lucha de Dios ha sido una desde el principio: crezcan, maduren, multipliquen la vida. Eso hizo Jesús hasta el final. En el último momento ya no queda otra cosa que el silencio y entregar la vida.
 
EL REINO
 
El Reino es el sueño de Dios sobre el mundo. Es una realidad permanente y continua que dice que la muerte no tiene la última palabra. Tantas cosas convocan a la muerte, tantas corruptelas, juegos de intereses, luchas de poder, envidias, violaciones, asesinatos… y tantas cosas siguen convocando a la vida: alegrías, buen humor, generosidad solidaria, amparo, refugio a las víctimas, lucha por los derechos, defensa del cuidado y la vida… que vuelve a ser responsabilidad personal dirigir los pasos en la dirección del bien o la dirección del mal. Pero cuando el mal se encubre con capa de bien, ahí hay que hilar mucho más finamente y generar solidaridades entre las víctimas, quienes desde su situación y experiencia pueden evidenciar otra alternativa y horizonte. Lo importante, lo definitivo no será preguntarle a Dios por qué consiente tanto mal, sino contemplar la capacidad que tenemos para mantenernos en el bien de forma patente, irrevocable, sin concesiones. Esa firmeza humilde, ésa es la victoria de Jesús.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Buenas nuevas pa` mi pueblo


MONS. CELMO LAZZARI


NUEVO OBISPO VICARIO APOSTÓLICO del

 VICARIATO APOSTÓLICO SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS

 

El  día de hoy, 21 de noviembre del 2013, en el sitio: http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2013/11/21/0766/01729.html, de la Santa Sede ha publicado lo siguiente:

 

NOMINA DEL VICARIO APOSTOLICO DI SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS (ECUADOR)

 

Il Papa ha nominato Vicario Apostolico di San Miguel de Sucumbíos (Ecuador) S.E. Mons. Celmo Lazzari, C.S.I., finora Vicario Apostolico di Napo (Ecuador).

[01732-01.01]

 

Así se hizo público oficialmente que el Papa Francisco ha nombrado a Mons. Celmo Lazzari, CSJ, hasta ahora Vicario Apostólico de Napo, como VICARIO APOSTÓLICO DE SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS. Igualmente,  la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana informaba al respecto.

 

El 19 de mayo pasado, la Iglesia de San Miguel Sucumbíos escribimos una carta al Papa Francisco en la que le dijimos: “Han pasado casi tres años y seguimos a la espera de nuestro Obispo definitivo. Esperamos que sea un pastor, que venga a ayudarnos a sanar heridas y a reconciliarnos, a retomar creativamente el camino en fidelidad a las opciones fundamentales, a fortalecer nuestra esperanza para que nuestra Iglesia Local vuelva a ser “Casa y Escuela de Comunión” y a seguir soñando que “La liberación integral de hombres y mujeres, desde los pobres, por la causa del Reino” es posible.

Hermano Francisco, confiamos en su amor a la Iglesia. Ud. puede ayudarnos con su sabiduría y su apuesta por una Iglesia de los pobres y para los pobres, como pretendemos hacer en la nuestra, nombrando al nuevo Obispo que nos conviene, hombre de Dios y “con olor a oveja”, y levantando la prohibición de que nuestro Obispo Emérito (Mons. Gonzalo López M.) regrese a la Iglesia en la cual entregó 40 años de su vida y quiere hacerlo hasta el final”.

 

Gracias Señor de la Vida,

porque en estos 415 días de Vigilia Permanente,

nos has regalado esta Buena Noticia.

 

Tú quieres

que estos profundos anhelos de la Iglesia de Sucumbíos se vayan haciendo realidad.

Recibimos con alegría el nombramiento de Mons. Celmo Lazzari.

 

Y avanzamos en la “Rancherita” de ISAMIS,

en esta nueva etapa del camino junto a nuestro nuevo Obispo

que viene a acompañarnos a seguir

en el camino de la  Iglesia Comunidad Pueblo de Dios al servicio del Reino.

Que la Ruah nos siga iluminando y acompañando a todos y todas.

 

“Unidad y trabajo eso es Comunidad

Nuestro himno es de lucha por la noble igualdad

No lo apagarán oceanos y ríos

porque tu amas também a Sucumbíos”

 

Bem vindo a Sucumbíos Dom Celmo!

“Seja bem vindo olelê, seja bem vindo olalá.

Paz e bem pra você, que veio participar”.

 
 

lunes, 18 de noviembre de 2013

LA RANCHERITA

Historias de… “Siempre en Camino”
 
 
(Primera entrega)
 
Érase una vez una Rancherita (*) que se aventuró confiada y saltarina por los polvorientos caminos amazónicos recién abiertos en la era del petróleo.
 
A medida que avanzaba por las vueltas, subidas y bajadas del camino, atravesando paisajes de verdor de mil tonalidades de la selva y reflejándose en el espejo negro de las aguas de los ríos y pantanos, se iban subiendo a ella todo tipo de gente venida de diferentes lugares y de variada condición: campesin@s, negr@s e indígenas. La mayoría eran jóvenes que habían llegado a estas tierras con la esperanza de una vida nueva y mejor. Estaban dispuestos y dispuestas a luchar contra todo lo que se presente…pero no sin temores, pues la selva en nada se parecía a sus tierras de origen.
 
La rugiente Rancherita era conducida por una mujer de cierta edad, muy amable y acogedora, que se hacía llamar Doña Espíritu - Ruah (tenía familia que hablaba arameo). Era muy hábil al volante y decía a los que subían que iba rumbo a la “Tierra sin mal”, en dirección al Oriente, por donde nace el sol cada mañana, para que ilumine y guíe siempre el camino. Al llegar a la parada final, se cumplirán todos los sueños de quienes viajaban y, para celebrarlo, habrá una Gran Fiesta de Bodas a la que todos y todas estaban invitadas.
 
Escuchando a Doña Espíritu - Ruah, todos y todas, con mucho ánimo empezaron a compartir sus historias, que tenían mucho en común: sequía, latifundios, pobreza y abandono. Identificadas por una misma situación y por sueños semejantes pronto se fueron haciendo amigas. Y a los nuevos pasajeros, que llegaban cansados y con la expectativa dibujada en sus ojos, les recibían con los brazos abiertos, sin importar su condición, ni si habían sido buena o mala gente, si eran de otra religión o eran prostitutas. Algunos traían en su alforja una estampita de la virgencita del Cisne o del Huayco. Llegaron gente muy trabajadora y solidaria, pero también gente pendenciera o que les gustaba lo ajeno, gente ambiciosa y egoísta; “Suban, hermanos, suban”, les decían, “somos compañeros de camino y aquí hay sitio para todos y todas.
 
Al pasar por el Km 70, se subió un vendedor, era un vendedor poco común pues no traía ni dulces ni medicina natural, era un “vendedor de sueños”. “Hermanos y hermanas”, les dijo con voz cálida y clara, hemos llegado a esta nueva tierra con el corazón lleno de sueños y esperanzas, yo les aseguro que todo eso es posible y puede hacerse realidad. Lo importante es desearlo con todo el corazón y con toda el alma, trabajar mucho y siempre confiar. Dejemos pues atrás tantas experiencias de injusticia, desigualdad y exclusión que nos han hecho sufrir en el pasado y nos han obligado a emigrar de un lado a otro. Aquí tenemos la oportunidad de vivir según el sueño de Dios: con sencillez y dignidad, como una verdadera familia, siendo una comunidad viva, dándonos la mano unos a otros y compartiendo las luchas y las alegrías que nos esperan, en armonía con toda la creación. En esta nueva casa podemos hacer realidad la invitación de Jesús de Nazareth: “Ser hermanas y hermanos, hijos e hijas de un mismo Padre y dueñas de la historia por el Espíritu”. Yo también acabo de llegar desde muy lejos y quiero compartir la suerte con Uds. Ánimo, pues siento en mi corazón fuertes vientos de cambio y esperanza. ¡Sueño que un día nos sentaremos a la Mesa Compartida con el más hermoso mantel!… La gente aplaudió emocionada al vendedor y se abrazaba con quienes estaban al lado, adelante y atrás. Sus rostros se iluminaron con una gran sonrisa mientras ráfagas de aire fresco aliviaban el calor tropical.
 
En vista de tan buena acogida, el vendedor de sueños se quedó en la Ranchera y se puso al lado de Doña Espíritu - Ruah para ser su ayudante. En adelante y por mucho tiempo será el que motiva y aconseja, mira y escucha, consuela y comparte con todos y todas, dando muestras de sencillez y humanidad, siempre atento a que no se duerma Doña Espíritu a lo largo del camino…
 
La Rancherita, jadeando, seguía devorando kilómetros y kilómetros. Estaba cada vez más llena de gente y de su carga hasta en el segundo piso y en la perrera.
 
*Rancherita: Tipo de transporte popular, como un bus abierto, que en otros lugares se conoce con el nombre de escalera o chiva.

sábado, 16 de noviembre de 2013

SERENIDAD PARA TIEMPOS INQUIETOS Y CONFUSOS

Lucas 21, 5-19
 
La acción de lo malo campea a sus anchas creando confusión en la gente. Digamos que es el primer fruto de la injusticia, la violencia o la opresión. La injusticia estructural que vivimos en el mundo genera en la gente esos malestares permanentes que no se saben definir, y que hace que lo bueno quede enterrado y medio oculto por la abundancia de mal.
 
Sin embargo, la Palabra viene en nuestra ayuda y nos da luces abundantes para entendernos a nosotr@s y a Dios.
 
Jesús se enfrenta a esta inquietud tan común de la gente de su tiempo que quiere tener la vida atada y bien atada y pretende interpretar lo que pasa sin pasar por analizar la incertidumbre que ha dejado la siembra previa de injusticias múltiples, situaciones de exclusión social, opresión romana, cumplimiento religioso sin compasión, … 
 
 
Esa inquietud sobre el cómo y el cuándo del futuro quita fuerzas para comprender y vivir el qué del presente. Y es una tentación. Al menos eso es lo que permanentemente experimentaba al descubrir la situación de la gente. Su crítica al Templo no se refería a las liturgias, los ritos o las maneras oficiales de transmitir la Palabra de Dios. Su crítica era mucho más honda y se refería a la inutilidad del Templo para generar vida. Así vio cómo una viuda, que representa al estrato social más excluido tenía más comprensión de lo que es Dios que todos los sumos sacerdotes juntos. Por eso, se acabó dando cuenta de que el aprecio de sus contemporáneos por lo que brilla y por lo que aparece no es lo que fundamenta la vida, como tampoco lo son los exvotos, las construcciones o las preocupaciones por el futuro. Lo que realmente importa es el presente que se construye a base de justicia y equidad.
 
Podemos estar teniendo experiencias parecidas hoy. Se nos van energías y fuerzas en los cómos y cuándos sobre el futuro, preocupaciones sobre lo que promete darnos la felicidad: una comodidad sin problemas, un disfrute irresponsable de los bienes, un consumo apacible, unas manifestaciones religiosas basadas en lo que parece pero no es… 
 
Incluso en el lenguaje cotidiano está implantada una expresión que decimos con naturalidad a nuestros hijos cuando queremos que se porten bien: no me hagas quedar mal … parece que lo que nos importa en realidad es que no piensen de nosotros esto o aquello, más que preocuparnos por lo que se está sembrando en el interior de las realidades. Nos parecemos a esa gente que contemplaba el Templo de Jerusalén con admiración por el oro y la piedra preciosa, eso que aparecía, pero eran absolutamente irresponsables sobre lo que en realidad estaba sucediendo: violencias y opresiones que excluían a las viudas del disfrute de los bienes, a las mujeres de la visibilidad, a los leprosos de la convivencia social, a los campesinos de las tierras, a los jóvenes del futuro y a los niños de la palabra, el gesto y el aprecio.
 
Jesús viene a decirnos lo mismo: sobre este sistema no quedará piedra sobre piedra. ¿Qué quedará entonces? El presente y la compasión que podamos ejercer y sus efectos en bien de todos y todas. 
 
Para llegar a esa conciencia y a ese modo de hacer, es imprescindible no dejarse llevar por las inquietudes sobre lo malo real que ya existe y devasta. Esa serenidad es un espacio que debe construirse a cada paso. Esa serenidad no se improvisa pero es la llave para hacer frente a los tiempos confusos, apocalípticos y críticos en los que vivimos. Esa serenidad está hecha de una materia extraña, pero está ahí, esperándonos.

jueves, 14 de noviembre de 2013

CORTINAS DE HUMO - Lucas 20, 27-38

La gran bronca de Jesús ha sido la VIDA. Según su experiencia, Dios es fundamentalmente VIDA. Desde el principio su voluntad ha sido que el ser humano tenga una vida plena y abundante, que crezca, madure y sea fecundo. Para Dios no hay felicidad mayor. Así lo ve Jesús. Así lo han visto los profetas en toda la historia y así lo han experimentado las mujeres que han formado parte de la cadena de vida del pueblo de Israel.
 
Sin embargo, este lenguaje y la experiencia que subyace en él, sólo lo entienden las gentes de las bienaventuranzas: quienes lloran, los pacíficos, misericordiosos y pobres. Lo entienden con mediana claridad las gentes bienintencionadas y cumplidoras de preceptos y mandatos. Pero no lo entienden en absoluto las gentes acomodadas al poder político romano, que no quieren perder privilegios y pretenden armonizar lo religioso con formas de vida que no cuestionan la exclusión.
 
Entre estas gentes están los saduceos. No están preocupados por la vida eterna, aunque lo parezca. Les preocupa fundamentalmente mantener esa vida terrena que han construido y que les permite el disfrute de los bienes sin una gota de responsabilidad. Por eso la pregunta sobre de quién será mujer la que se casó con todos aquellos hermanos es una cortina de humo, una pregunta absurda para no tocar realmente lo que hay que tocar o no decir realmente lo que hay que decir o hacer lo que se debe hacer.
 
Y esto precisamente en un momento en el que están amenazadas tantas cosas en el Israel de Jesús: la vida de la gente del campo, las ventas de tierras, el expolio del poder romano, la esclavitud, la situación de las mujeres, la opresión del sistema Templo, el abandono y exclusión de la mayor parte de la población, la violencia, la corrupción político-religiosa...
 
Evidenciar esto a través de la solidaridad con el pobre, le ha costado a Jesús una persecución continua. Pero también le ha posibilitado una inteligencia diferente basada en la compasión. Puede contestar perfectamente a sus opositores desde el dominio de sí mismo, sin perder la calma, con la autoridad de una verdad honesta y sin quiebras. Sus ojos y su corazón siempre están conectados en la experiencia de un Dios de VIDA. Por eso percibe con total lucidez las cortinas de humo, los mensajes engañosos y las trampas.
 
Mirar a este Jesús es aprender continuamente a beber de una fuente inagotable de verdad y sabiduría. No nos cansamos de profundizarnos en Él para desenmascararnos. Y es que en Sucumbíos y en toda la Iglesia de Ecuador debiéramos hacer nuevos esfuerzos en detectar dónde tenemos esas cortinas de humo que no nos dejan percibir y actuar a Dios como un Dios de vivos y no de muertos. Cortinas de humo que encubren a veces poderes, visiones estrechas, manejos interesados, orgullos heridos y falta de valentía y riesgo. Todo ello unido y mezclado con buenas intenciones y compromiso. Quizás entonces en ese esfuerzo que supone autocrítica y renuncia, se nos revele algo esperanzador y se vaya haciendo eficaz la buena noticia para los pobres a quienes nos debemos. Y podemos ver entonces que no gastamos energías en debatir si es o no conveniente comprometernos en esta o en otra causa sino que efectivamente con nuestra humilde acción y seguimiento de Jesús los cojos empiecen a caminar y los ciegos a ver.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

ASAMBLEA DIOCESANA EXTRAORDINARIA - 28 Septiembre 2013

Memorias:
 
Dada la importancia que van adquiriendo últimamente ciertos hechos en el caminar de nuestra Iglesia de Sucumbíos, presentamos aunque con un poco de retraso, lo relevante de la Asamblea Diocesana Extraordinaria realizada el pasado 28 de septiembre en la Casa Diocesana. Por la relación de los hechos, todavía no borramos de la memoria lo ocurrido el año pasado a esta misma altura, cuando ciertas personas identificadas en su acción eclesial paralela, abandonaron la Asamblea Diocesana Extraordinaria y la Eucaristía presidida por Mons. Mietto, mientras en la madrugada del siguiente día, algunas de estas mismas personas destruían todo símbolo de ISAMIS en la Casa Diocesana y también en otros lugares. Seguidamente se trataba de implementar unas decisiones en contra del espíritu de la Asamblea Diocesana. Esta situación, junto a otras, nos llevó a tomar la decisión de activar la Vigilia Permanente, que hemos cumplido un año.
 
En esta ocasión nos encontramos para la Asamblea Diocesana Extraordinaria, acordada en la pasada APD XXVI cuyo tema central era la economía de nuestro Vicariato.
 
Estuvimos presentes alrededor de un poco más de 70 representantes presididos por el P. Adelio, Pro-Vicario, en ausencia de Mons. Mietto en vacaciones y gestiones en Roma.
 
La situación económica del Vicariato era importante y urgente tratar para salud de nuestra Iglesia. De una manera sencilla y breve se procedió a revisar el funcionamiento de la economía del Vicariato, con sus ingresos y egresos. Y la preocupación y reflexión se centró en las fuentes de nuestro financiamiento para el funcionamiento de nuestra labor eclesial.
 
Llamó la atención que el P. Adelio, Pro-Vicario, nos dio a conocer y reiteró que nuestro Vicariato tiene tarjeta roja en Obras Misionales Pontificias en Roma, por no presentar informes desde el año 2010. Desde luego que la noticia no fue ninguna novedad, porque la “tarjeta roja” la tenemos desde hace tres años en que nos aplicaron la intervención. Pero lo más contradictorio resulta que en reuniones nacionales de Obras Misionales Pontificias se ha dado a conocer públicamente que el Vicariato de Sucumbíos ha recibido en este año la cantidad de $ 121.500,00. Con esto se ha señalado que es la jurisdicción eclesiástica que más ayuda recibe en el Ecuador. Es cierto que regularmente recibía anualmente alrededor de la cuarta parte. Pero, ¿Por qué se quiere machacar que tenemos tarjeta roja? Más bien la pregunta que nos queda es, ¿por qué se ha dado un monto elevado en relación a los años anteriores si teníamos tarjeta roja? ¿En qué se iba a invertir este ingreso? Era un misterio.
 
Pero continuando con la preocupación por la búsqueda de alternativas al financiamiento del Vicariato, la Asamblea consensuó tres propuestas que quedaron redactadas así:
 
1. Fortalecer el espíritu y la práctica del compartir a través de: Talleres de reflexión, fundamentación en la mística del compartir. Cuidar la intencionalidad de la solidaridad y el compartir de forma creativa en las celebraciones litúrgicas, en las fiestas del compartir, personas o familias compartistas, etc… a nivel comunidad y diócesis.
 
2. Que el Consejo Jurídico ponga en práctica los acuerdos del Plan Diocesano de Pastoral (línea de autofinanciamiento): El Consejo Jurídico, con la debida asesoría, hará un estudio de sostenibilidad y de gestión del Vicariato y lo presente en la Asamblea Diocesana del próximo año.
 
3. Que el Consejo Jurídico realice una auditoría para clarificar la situación económico-administrativa que se ha dado a raíz del conflicto para entregar al próximo obispo.
 
De esta manera se marcaba el sentir de los reunidos en la responsabilidad con nuestra Iglesia.
 
Por otra parte, el P. Adelio, Pro-Vicario, presentó otra propuesta:
 
“Que las comunidades y parroquias sostenibles económicamente (9) comiencen un camino de autonomía económica y administrativa, de manera que el Vicariato pueda dejar sostenerlas. Y que compartan con las que menos tienen a través de lazos de solidaridad y hermanamiento”.
 
La reacción de la Asamblea no fue nada agradable, porque se puede observar un nuevo intento de romper con la economía común y el compartir, además de fomentar el esquema parroquias ricas y parroquias pobres.
 
El tema central concluyó, quedando una gran e importante tarea para el Consejo Jurídico. Se trataron unos asuntos varios sobre todo en relación a la celebración del DOMUND.
 
Un vez más, nada nuevo en nuestras reuniones, fue la ausencia de los sacerdotes “colaboradores” y el sector paralelo. Una muestra más del grado de responsabilidad con la vida de la Iglesia de Sucumbíos.
 
 La Asamblea concluyo con el clima de alegría por la fiesta de San Miguel Arcángel, Patrono de nuestra Iglesia Local.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Domingo trigésimo segundo del tiempo ordinario 10 nov 2013

Lectura orante del Evangelio: Lucas 20,27-38
 
“Parece, Señor mío, que descansa mi alma considerando el gozo que tendrá” (E 4).
 
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección. Estemos donde estemos, hoy podemos acercarnos a Jesús y a los pobres de los que nos hemos distanciado. Dar un paso, aunque sea pequeño, ya es importante. La oración es cercanía a Jesús, encuentro con Él. La fe en Jesús siempre da esperanza. Jesús habla con el corazón en la mano. Frente a nuestras trampas y mentiras, muchas veces secretas, Jesús regala verdad y plenitud a manos llenas. Transparente y apasionado por el Reino, toca nuestras tinieblas y abre senderos de esperanza en nuestro camino. Lleno de vida, es un desafío a nuestras negaciones de vida para los que más la necesitan. Espíritu Santo, ven y enséñanos a leer la vida con los ojos de Jesús.
 
Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer?’ Más allá de elucubraciones que vacío el corazón, orar es hacerle a Jesús esas preguntas hondas, que lleva todo ser humano en las entrañas. Orar es percibir la paz del alma cuando nos dice que nos quiere y está cerca, es acoger el consuelo de esa esperanza espléndida que ofrece. Más allá de las bromas de mal gusto, la vida se puede malograr si no descubrimos en Jesús el sendero de la vida verdadera. Hay modos de vivir, por muy justificados que estén por risas irónicas, que no son vida, porque dejan el corazón reseco de esperanza y a los/as pobres de la tierra perdidos para siempre en las orillas. Jesús, Tú eres el apoyo en nuestro camino hacia la vida, Tú eres nuestra vida.
 
Los que sean juzgados dignos de la vida y de la resurrección de entre los muertos, no se casarán’. Jesús dialoga con nosotros y nos abre al misterio de la vida ofrecida por el Padre. Responde a todas las ironías con promesas de plenitud de vida. Una nueva realidad nos espera, que ansiamos con dolores de parto, donde los últimos serán los primeros. El amor, que ya en la tierra es señal de vida nueva, será en el cielo una fiesta sin final. Ser orantes es saber lo que podemos esperar de Dios ahora y siempre, es tocar con la fe la resurrección que ha preparado, es aguardar expectantes su abrazo, su ternura, su mirada. No todo lo entendemos, pero un día veremos a Dios cara a cara. La fe en Jesús nos da esta esperanza. Confiamos en ti, Señor Jesús. Con esto nos basta. Así queremos caminar: descubriendo signos de esperanza, despertando, compartiendo, celebrando la vida, unidos/as a tus sueños, Jesús.
 
‘No es Dios de muertos sino de vivos: porque para Él todos están vivos’. Jesús contagia una confianza total en el Padre, vive humanizando. En el corazón de Dios hay mucho sitio, tiene una fiesta preparada; no se le pueden morir aquellos/as a quienes ama. Dios abraza la vida, la toca, la besa, es amigo de la vida, nunca se cansa de darla a borbotones. A Dios le importamos, todo lo suyo es nuestro. En medio de la vida, comprometidos con ella, con todas las tensiones que ella encierra, es donde mostramos al Dios que ama la vida. Gracias. Amén. Alegría.
 
¡Feliz Domingo! Desde el CIPE – noviembre 2013