miércoles, 13 de noviembre de 2013

ASAMBLEA DIOCESANA EXTRAORDINARIA - 28 Septiembre 2013

Memorias:
 
Dada la importancia que van adquiriendo últimamente ciertos hechos en el caminar de nuestra Iglesia de Sucumbíos, presentamos aunque con un poco de retraso, lo relevante de la Asamblea Diocesana Extraordinaria realizada el pasado 28 de septiembre en la Casa Diocesana. Por la relación de los hechos, todavía no borramos de la memoria lo ocurrido el año pasado a esta misma altura, cuando ciertas personas identificadas en su acción eclesial paralela, abandonaron la Asamblea Diocesana Extraordinaria y la Eucaristía presidida por Mons. Mietto, mientras en la madrugada del siguiente día, algunas de estas mismas personas destruían todo símbolo de ISAMIS en la Casa Diocesana y también en otros lugares. Seguidamente se trataba de implementar unas decisiones en contra del espíritu de la Asamblea Diocesana. Esta situación, junto a otras, nos llevó a tomar la decisión de activar la Vigilia Permanente, que hemos cumplido un año.
 
En esta ocasión nos encontramos para la Asamblea Diocesana Extraordinaria, acordada en la pasada APD XXVI cuyo tema central era la economía de nuestro Vicariato.
 
Estuvimos presentes alrededor de un poco más de 70 representantes presididos por el P. Adelio, Pro-Vicario, en ausencia de Mons. Mietto en vacaciones y gestiones en Roma.
 
La situación económica del Vicariato era importante y urgente tratar para salud de nuestra Iglesia. De una manera sencilla y breve se procedió a revisar el funcionamiento de la economía del Vicariato, con sus ingresos y egresos. Y la preocupación y reflexión se centró en las fuentes de nuestro financiamiento para el funcionamiento de nuestra labor eclesial.
 
Llamó la atención que el P. Adelio, Pro-Vicario, nos dio a conocer y reiteró que nuestro Vicariato tiene tarjeta roja en Obras Misionales Pontificias en Roma, por no presentar informes desde el año 2010. Desde luego que la noticia no fue ninguna novedad, porque la “tarjeta roja” la tenemos desde hace tres años en que nos aplicaron la intervención. Pero lo más contradictorio resulta que en reuniones nacionales de Obras Misionales Pontificias se ha dado a conocer públicamente que el Vicariato de Sucumbíos ha recibido en este año la cantidad de $ 121.500,00. Con esto se ha señalado que es la jurisdicción eclesiástica que más ayuda recibe en el Ecuador. Es cierto que regularmente recibía anualmente alrededor de la cuarta parte. Pero, ¿Por qué se quiere machacar que tenemos tarjeta roja? Más bien la pregunta que nos queda es, ¿por qué se ha dado un monto elevado en relación a los años anteriores si teníamos tarjeta roja? ¿En qué se iba a invertir este ingreso? Era un misterio.
 
Pero continuando con la preocupación por la búsqueda de alternativas al financiamiento del Vicariato, la Asamblea consensuó tres propuestas que quedaron redactadas así:
 
1. Fortalecer el espíritu y la práctica del compartir a través de: Talleres de reflexión, fundamentación en la mística del compartir. Cuidar la intencionalidad de la solidaridad y el compartir de forma creativa en las celebraciones litúrgicas, en las fiestas del compartir, personas o familias compartistas, etc… a nivel comunidad y diócesis.
 
2. Que el Consejo Jurídico ponga en práctica los acuerdos del Plan Diocesano de Pastoral (línea de autofinanciamiento): El Consejo Jurídico, con la debida asesoría, hará un estudio de sostenibilidad y de gestión del Vicariato y lo presente en la Asamblea Diocesana del próximo año.
 
3. Que el Consejo Jurídico realice una auditoría para clarificar la situación económico-administrativa que se ha dado a raíz del conflicto para entregar al próximo obispo.
 
De esta manera se marcaba el sentir de los reunidos en la responsabilidad con nuestra Iglesia.
 
Por otra parte, el P. Adelio, Pro-Vicario, presentó otra propuesta:
 
“Que las comunidades y parroquias sostenibles económicamente (9) comiencen un camino de autonomía económica y administrativa, de manera que el Vicariato pueda dejar sostenerlas. Y que compartan con las que menos tienen a través de lazos de solidaridad y hermanamiento”.
 
La reacción de la Asamblea no fue nada agradable, porque se puede observar un nuevo intento de romper con la economía común y el compartir, además de fomentar el esquema parroquias ricas y parroquias pobres.
 
El tema central concluyó, quedando una gran e importante tarea para el Consejo Jurídico. Se trataron unos asuntos varios sobre todo en relación a la celebración del DOMUND.
 
Un vez más, nada nuevo en nuestras reuniones, fue la ausencia de los sacerdotes “colaboradores” y el sector paralelo. Una muestra más del grado de responsabilidad con la vida de la Iglesia de Sucumbíos.
 
 La Asamblea concluyo con el clima de alegría por la fiesta de San Miguel Arcángel, Patrono de nuestra Iglesia Local.