domingo, 25 de enero de 2015

LA REVOLUCIÓN DE LA TERNURA SIGUE…


FIESTA DIOCESANA EN SUCUMBÍOS
DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA

En medio de un mundo que se la juega entre la violencia y la ternura, optamos por esta ternura que viene de Dios. Por eso, aunque un poquito retrasados pero sin dejar pasar por alto, presentamos la ternura y la alegría de un importante acontecimiento vivido en nuestra tierra de Sucumbíos, promovido por nuestra Iglesia: La Fiesta Diocesana de la Infancia y Adolescencia Misionera -IAM-.



Esta fiesta es ya una tradición en la Iglesia de Sucumbíos. Los últimos años se viene realizando en torno al día de la Epifanía y en esta ocasión se realizó el pasado 11 de enero, día del Bautismo de Jesús. En el espíritu de la Navidad de Jesús, el Dios tiernito y la ternura que envolvió su nacimiento, hicieron de la ternura el clima adecuado para avanzar en la Comunión.

Con la gran participación de niños, niñas, adolescentes, animadores/as, padres y madres de familia de la IAM de nuestro Vicariato se celebró la fiesta, con el lema: “NIÑOS/AS Y ADOLESCENTES EN COMUNIÓN CON JESUCRISTO DAMOS PAZ”, y así animar este “Año de la Comunión”, con los preferidos y preferidas de Jesús, l@s niñ@s, que con su alegría, su compartir, su solidaridad y su ilusión vivieron la COMUNIÓN en este día.



Estuvieron presentes de comunidades de las cuatro pastorales, afro, indígena, campesina y urbana, de diversos lugares: La Bonita, Puerto Libre, Lumbaqui, Cascales, Sevilla, Jambelí, Santa Cecilia, Aguas Negras, Dureno Pacayacu, San Isidro Labrador, Vía Coca, Nuestra Señora de Guadalupe (PASTORAL INDÍGENA), PASTORAL AFRO, Shushufindi, y de Lago Agrio: Divino Niño, Santa Ana, Jesús Resucitado, Comunidad San Francisco y otras comunidades del Centro.



Fue significativa la presencia de Silvia Pérez, Coordinadora Nacional de la IAM, que vino de Quito a compartir con esta Iglesia local, expresando también así nuestra comunión eclesial.



El programa se inició con la concentración en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Cisne en Lago Agrio, desde las 8:00 h. para de ahí en caminata llegar hasta el Coliseo de la Escuela Leopoldo Lucero, lugar donde se desarrolló el evento. Ni la lluvia ni nada impidió que se llevara adelante la alegre caminata y toda la fiesta.

Ya en el Coliseo, se comenzó con la Eucaristía, presidida por Mons. Celmo, quien manifestó su alegría y agradecimiento con su participación activa y profunda en toda la celebración y sobre todo, agradecido con los niños, niñas y adolescentes que llenaron el lugar. La celebración fue animada por el protagonismo y la participación activa de los niños y niñas en los diferentes momentos, con mucha creatividad y alegría.




El programa cultural fue de gran riqueza y lleno de colorido y todas las parroquias, zonas y sectores de este Vicariato con sus danzas, coros, recitaciones, coreografías demostraron su talento artístico y sus manifestaciones y deseos de continuar con este espíritu de unidad y comunión en la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos.

 


Finalmente el programa concluyó con el usual almuerzo comunitario y la satisfacción de haber compartido un bonito día, siendo el protagonismo de los niños, niñas y adolescentes que con su ternura nos alegran a vivir el Evangelio de Jesús.



Se agradece a todos ell@s y a animadores, animadoras, Padres y Madres de familia, a Mons. Celmo, a los equipos misioneros, al equipo coordinador, especialmente a Magdalena Vallejos, y a todos quienes colaboraron para que esta fiesta se desarrollara de la mejor manera. DIOS LES PAGUE.

 


La bonita experiencia vivida este día, nos compromete a continuar trabajando por los niños, niñas y adolescentes, de donde emana ternura y alegría. Comprometidos con Jesús asumimos “dejen que los niños vengan a mí”. Por eso, Francisco, Obispo de Roma, nos invita a impulsar la Revolución de la Ternura.