En el espíritu que produce la alegría del
Evangelio en este tiempo pascual y la significativa canonización de los Papas
Juan XXIII y de Juan Pablo II, el pasado 27 de abril celebramos el III Festival
Cultural Juvenil como alternativa a una sociedad en crisis, expresión de unidad
y diversidad. El lugar, la Catedral y
salones de Lago Agrio.
Todas las actividades estuvieron encaminadas
a fortalecer los vínculos, identidad y diversidad de los y las jóvenes de la
Iglesia. Desde la mañana fueron llegando jóvenes de todos los lugares de la
provincia y participaron en distintas actividades: danza, mimos, música,
dinámicas de interacción, etc. También se contó con la presencia de distintos
ministerios, comunidades cristianas y movimientos eclesiales. La presencia de
Mons. Celmo reflejó la cercanía y esperanza de una Iglesia que camina con los
jóvenes.
Durante todo el encuentro hicimos
aprendizajes desde experiencias comunes: el aprecio por la propia cultura e
identidad, el valor de la participación y la expresión de la fe compartida, la
alegría del encuentro y el compartir la comida… Todo dejaba al descubierto un
trabajo hecho en equipo con dedicación y pendiente de los detalles y
atenciones. Lo más interesante fue que quienes llevaban el encuentro eran los y
las propias jóvenes. Su protagonismo, su palabra, su manera de expresión estaba
afirmando que los cambios sociales y eclesiales implicarán recuperar y
visibilizar el mundo de los y las jóvenes.
La jornada concluyó en un clima de serenidad,
alegría compartida y fiesta con la entrega de diplomas a todos-as las
participantes. Así, seguir abriendo caminos de justicia, valorando nuestras
expresiones culturales, forjando la unidad en la diversidad, solidaridad e inclusión son tareas
irrenunciables para continuar evangelizando desde la alegría del Evangelio.