miércoles, 4 de junio de 2014

RETIRO DIOCESANO DE LA IGLESIA DE SUCUMBÍOS



La alegría del Evangelio
RETIRO DIOCESANO DE LA IGLESIA DE SUCUMBÍOS
(12-16 de Mayo)




Al cumplir 600 días de la Vigilia Permanente y como lo habíamos prometido, aquí  les entregamos unas notas sobre este acontecimiento importante de nuestra Iglesia de Sucumbíos.
El retiro se desarrolló del 12 al 16 de mayo pasado, con el acompañamiento de Hernán Rodas y Marco Matamoros, presbíteros de la Arquidiócesis de Cuenca.  
Hubo dos modalidades:

·         Durante todo el día, en el Centro de Formación ISAMIS (se contó con la participación de unas 50 personas de diferentes lugares de Sucumbíos), y
·         Durante la noche, de 6:30 a 9:00, en el Salón parroquial de la catedral de Nueva Loja, donde participaron hasta 120 personas de la ciudad)

El tema central fue: la Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio” (“Evangelii gaudium” ), del Papa Francisco, que está dirigida a todos “los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años”.



Mons. Celmo Lazzari manifestó casi desde su llegada el interés por que se conozca este documento que representa la invitación fresca y decidida del Papa Francisco para toda la Iglesia, y de manera muy especial para la Iglesia de Sucumbíos que quiere entrar sin miedo en un “momento nuevo”, con fidelidad creativa:

·         Fidelidad a las opciones fundamentales que durante décadas trataron de acoger ese “pentecostés” que significó el Concilio Vaticano II y la recepción que hiciera del mismo la Iglesia Latinoamericana (Medellín, Puebla, Santo Domingo, Aparecida)

·       Creativa y crítica, porque la realidad y los destinatarios cambian al ritmo de este “cambio de época”, lanzando nuevos desafíos para la construcción del Reino de Dios. 

Este interés fue compartido por todo el Vicariato, según se constató en la asistencia y participación activa, aunque pudo ser mejor si se asumía responsablemente la convocatoria realizada por nuestro Obispo.    

En la presentación del documento se siguió la metodología tradicional en la Iglesia Latinoamericana: VER-JUZGAR-ACTUAR. Luego de cada exposición de los acompañantes seguía habitualmente la reflexión personal y algunas veces el compartir con otros compañeros en Comunidades de Vida. Los momentos de celebración y oración fueron muy importantes al inicio y al final de cada jornada.
En la evaluación se hizo patente el impacto positivo del retiro y el deseo de que no quede allí, sino que sea el inicio de un compartir en cadena que debería llegar a cada parroquia, a cada comunidad eclesial de base y hasta a cada familia.

Pero quizá la decisión más importante del retiro fue la de entrar el próximo año pastoral en un proceso de conversión que nos prepare para realizar un nuevo Plan de Pastoral de Conjunto para los próximos años. A perfilar esta propuesta se dedicó buena parte de la mañana del último día del retiro, dando elementos para el objetivo, los criterios y otras especificaciones que serán  trabajadas en la próxima Asamblea Diocesana del mes de agosto.

Este proceso eclesial asumido, será acompañado por los padres  Hernán y Marcos, continuarán acompañándonos en dicho proceso. Gracias a Dios por lo que compartieron con nosotros en estos días y desde ya por lo que seguirán compartiendo el próximo año.

Invitamos a toda nuestra comunidad eclesial de Sucumbíos y a todos los amigos/as nuestros a acoger en la oración y en la vida la invitación del Papa Francisco, para ser evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo, como Jesús y María.



Con María avancemos confiados hacia la promesa del Resucitado que dice “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5) y le decimos esta plegaria final del Papa Francisco:

Virgen y Madre María,

Tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida
En la profundidad de tu humilde fe,
Totalmente entregada al Eterno,
Ayúdanos a decir nuestro “sí”
Ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
De hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
Llevaste la alegría a Juan el Bautista,
Haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
Cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
Con una fe inquebrantable
Y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
Recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
Para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
Para llevar a todos el Evangelio de la vida
Que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
Para que llegue a todos
El don de la belleza que no se apaga.
Tú, virgen de la escucha y la contemplación,
Madre del amor, esposa de las bodas eternas,
Intercede por la Iglesia, de la cual eres el ícono purísimo,
Para que ella nunca se encierre ni se detenga
En su pasión por instaurar el Reino.
Estrella de la nueva evangelización,
Ayúdano0s a resplandecer en el testimonio de la comunión,
Del servicio, de la fe ardiente y generosa,
De la justicia y el amor a los pobres,
Para que la alegría del Evangelio
Llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
Manantial de alegría para los pequeños,
 Ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.