Jorge Acero - Foto diario El Comercio |
Asociación
Pro Derechos Humanos de España - apdhe
Celebramos el Día Internacional
de la Mujer. Nuestro saludo y felicitación. Por eso, hoy hacemos la entrega de
esta Nota sobre el Premio Internacional de Derechos Humanos concedido a Jorge
Acero.
La iglesia de San Miguel de
Sucumbíos, dado la complejidad de violencia de la región, siempre asumió la
defensa y promoción de los Derechos Humanos, impulsando personas,
organizaciones, espacios e instancias en favor de esta causa. Uno de los casos
emblemáticos, aparte de otros, fue el Caso de los 11 del Putumayo. En las circunstancias pastorales cambiantes
de los últimos años y ante la indiferencia a esta causa, la Federación de
Mujeres de Sucumbíos, ha asumido responsablemente esta tarea y Jorge ha
dinamizado este trabajo colectivo.
¡Felicitaciones Jorge!!!!
¡Felicitaciones Mujeres!!!!
Hace un mes, el pasado 6 de febrero de 2014, Jorge
Acero González, acompañado de su familia y de dos compañeras en nombre de la
Federación de Mujeres de Sucumbíos, recibió en el Círculo de Artes de
Madrid, España, de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, el Premio
Internacional de Derechos Humanos 2013.
Jorge
es defensor de derechos humanos, líder social y abogado. Fundador y actual
coordinador de la Oficina de Derechos Humanos de la Provincia de Sucumbíos,
Ecuador, adscrita a la Federación de Mujeres de Sucumbíos;
organización social de base que agrupa a más de 1000 mujeres, muchas de ellas
víctimas de violencia intrafamiliar, sexual y/o de género.
Jorge se ha convertido en referente local y nacional en materia de
derechos humanos por la realización de acciones incesantes de denuncia,
investigación, formación y acompañamiento jurídico y social, por la defensa del
Derecho a la vida, la libertad y el acceso a Derechos Humanos en la Frontera
norte Colombo Ecuatoriana, con especial énfasis en las riberas del San Miguel y
el Putumayo; así como formación y fortalecimiento a organizaciones de base y
víctimas; especialmente mujeres; por su arduo trabajo en el proceso de
restitución y exigencia de derechos de víctimas del conflicto armado Colombiano
y de solicitantes de protección internacional.
De 41 años, nacido en Asturias, norte de España, llega a la provincia de
Sucumbíos Ecuador desde el año 2006, desempeñándose como coordinador de la
oficina de derechos humanos de la pastoral social de la iglesia de ISAMIS
(Vicariato Apostólico de Sucumbíos); en
esta misma etapa como parte de la Directiva de la Asamblea de la Sociedad Civil
de Sucumbíos – ASCIS, en el marco de la defensa y restitución de Derechos de
las comunidades afectadas por la actividad hidrocarburífera, realizó un valioso
proceso para ayudar a la visibilización y denuncia de los graves impactos y
violaciones a derechos humanos cometidos por empresas petroleras.
Al tomar la palabra en la ceremonia de premiación el 6 de febrero pasado,
empezó diciendo:
“En
Sucumbíos diferentes actores se han empeñado en hacernos creer que la historia
ya se escribió y que en esas tierras el olvido con sabor a miedo es nuestro
presente; pero la historia la están construyendo a diario hombres y mujeres
luchadores, tenaces, dignos; y es por ellos y ellas que esta noche estoy con
ustedes; es de sus luchas de las que quiero hablarles, de su inmensa,
esperanzada y persistente rebeldía.
Algunos
ya han sido asesinados, perseguidos, torturados o privados de su libertad:
otros y otras siguen valientes en sus comunidades defendiendo el territorio que
es su vida y su trinchera y hoy me permito ser eco de sus voces y poder
compartirles esa historia vital y creativa que ellos y ellas construyen.
Por
ello quiero iniciar esta intervención agradeciendo a la FMS (Federación de
Mujeres de Sucumbíos) por su compromiso y sus años de lucha a favor de las
mujeres y de toda la población de la provincia, a Gonzalo López Marañón, Obispo
emérito de la Iglesia de Sucumbíos, por su lucha incondicional por las
víctimas, y a todos los compañeros y compañeras campesinos e indígenas que
viven en esa zona; a quienes ya han perdido su vida y a quienes desde diferentes
espacios se siguen jugando la vida por hacer otro mundo posible. Y a todas las
personas y defensores y defensoras de DDHH que en multitud de espacios cada día
luchan por mundo mejor, porque otro mundo es posible...”
Fue postulado para este Premio entre otras cosas:
-
Porque existe un reconocimiento insuficiente en la
sociedad Ecuatoriana y especialmente en la zona de frontera de las grandes
contribuciones que hacen las personas que defienden los DDHH, a la
consolidación del Estado Social de Derecho, la profundización de la democracia
y la construcción de la paz; siendo el aporte de Jorge significativo para la
defensa de la vida, la protección, la integridad personal, la libertad, y el
pleno disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales
de los hombres y mujeres afro descendientes, mestizos e indígenas; colombianos y ecuatorianos que allí
moran;
-
Porque la impunidad cubre la inmensa mayoría de
violaciones a derechos humanos cometidos en la zona y los crímenes y graves
violaciones a DDHH cometidos contra líderes y lideresas sociales defensores y
defensoras de derechos humanos; siendo un estímulo para que este tipo de
acciones continué ocurriendo.
-
Porque gracias al trabajo de Jorge se han sido
evidenciados y denunciados graves crímenes contra la dignidad humana, se ha
promovido la acción preventiva y punitiva del Estado, se ha logrado la
sensibilización y educación de diversos sectores sociales, y la comunidad
internacional tiene una mejor comprensión de la realidad de frontera norte en
materia de derechos humanos.
-
Porque desde su persistente posición ética a favor
de las víctimas trabaja no solo en contra de la violación de derechos y la
falta de garantías para su ejercicio, sino también en construcciones sociales,
en apuestas por la vida, en el reconocimiento de historias de resistencias y
luchas, de pueblos y personas que reivindican la afirmación de sus derechos; en
la recuperación de la memoria y la dignidad de las personas y las
comunidades.
-
Porque gracias a su trabajo, muchas personas han
sido protegidas, existen denuncias sustentadas, se han investigado y, en
algunos casos, judicializado graves violaciones de derechos humanos, y el
Estado, la sociedad ecuatoriana y la comunidad internacional, cuentan con parte
de la verdad de lo que ocurre en esta parte de la geografía nacional.
-
Porque la frontera colombo ecuatoriana es un
territorio rico en recursos naturales y ambientales, geográficamente
estratégico y vivo en sus relaciones humanas o culturales; pero también es un
territorio donde se extiende, desarrolla, transforma y persiste el conflicto
armado Colombiano ocasionado sufrimiento y graves consecuencias humanitarias
para miles de personas. Siendo hechos
documentados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados,
grupos de Relatores Especiales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
y el Comité Internacional de la Cruz Roja entre otros.
Visiblemente emocionado y afectado al ir describiendo y denunciando las
injustas y complejas situaciones y el enorme sufrimiento que vive la gente por la
realidad y contexto local y nacional en los cuales él ejerce su labor, terminó su
discurso diciendo:
“…Es una labor noble pero dolorosa en una frontera viva
que late entre el miedo, el riesgo y la esperanza; por esa tierra compleja y
por quienes viven allí estoy frente a ustedes esta noche; de ellos y ellas es
este premio, de su tenacidad, de su memoria; de ellos y ellas que a pesar del
terror no renuncian y siguen cantando, luchando, trabajando esa tierra llena de
dolores y de riquezas.”
Al salir ante las felicitaciones y agradecimientos
de sus compañeras, Jorge responde:
“La labor es
conjunta y cualquier mérito, es compartido”