Los días 2 y 3 de
agosto se llevó a cabo la ASAMBLEA ANUAL de la UNIDAD DE PASTORAL CAMPESINA de
la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, en la casa del Equipo Misionero de
Sevilla, donde fuimos muy cálidamente acogidos.
Acudimos las
delegaciones de todas las zonas pastorales campesinas, excepto Shushufindi,
para evaluar y planificar la pastoral campesina del Vicariato, enfatizando la
situación que vivimos en este momento de transición, cuyo principal desafío es
recuperar nuestro ser de Iglesia Casa y Escuela de Comunión y Participación,
parafraseando el deseo de nuestro
Pastor, Mons. Paolo Mietto.
El tema de
formación fue el Concilio Vaticano II en sintonía con el deseo de su Santidad
el Papa Benedicto XVI, quien nos convoca a celebrar el año de la fe con ocasión
del los 50 años del inicio de dicho concilio, que constituye uno de los acontecimientos
más relevantes de la historia de la Iglesia.
En esta asamblea,
la Pastoral Campesina reafirmó una vez más el camino de la Iglesia de Sucumbíos
como Iglesia de comunidades ministeriales al servicio del Reino, a la luz del
evangelio y los hechos de los apóstoles, del Concilio Vaticano II y de la
Conferencias Episcopales latinoamericanas. En ese sentido se asumió el
compromiso de recuperar y /o fortalecer las Comunidades Cristianas y los
ministerios, a través de talleres, retiros, misiones e intercambios a
diferentes niveles.
La Iglesia de Sucumbíos
es un Vicariato amazónico misionero y acogiendo la llamada de Aparecida para
que nos dejemos sacudir por un nuevo pentecostés que nos transforme en
verdaderos discípulos misioneros de Jesús, necesita urgentemente misioneros y
misioneras y no párrocos, como los presbíteros “prestaditos” de otras diócesis
pretenden imponer.
Hacemos un llamado
fraterno urgente a las comunidades de religiosos y religiosas para que vengan a
la Iglesia de Sucumbíos a participar y enriquecer esta caminada misionera,
orientada por el sueño de Jesús: el reino.