domingo, 26 de agosto de 2012

XXV ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE SUCUMBIOS

Del 23 al 25 de agosto se realizó la Asamblea Diocesana del Vicariato de Sucumbíos, con la asistencia promedio de un centenar de personas representativas de las instancias pastorales, como es ya una larga tradición en nuestra iglesia Local, presidida por su Obispo Administrador Apostòlico Mons. Paolo Mietto.

Bajo el Lema: “Caminando en misión, sembrando comunión y participación”, y teniendo como contexto los 50 años del Concilio Vaticano II, el Año de la Fe y el Año de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), se tratò el tema de fondo: “La experiencia de FE del discipulado misionero” con la asesoría Mons. Jesùs Esteban Sàdaba, Obispo del vecino Vicariato de Aguarico, Iglesia cercana y fraterna a nosotros. En su exposición destaca la actitud de respeto y valoración de las “semillas del Verbo” presentes en todos los pueblos, segùn el Vaticano II, y las necesidad de “desnudarse” por parte del misionero que llega a insertarse en una tradición eclesial o local o en una cultura, según el testimonio martirial de Mons. Alejandro Labaka y la Hna. Inès Arango.
 

La asamblea dedicó su mayor esfuerzo a la evaluación y la planificación pastoral, asumiendo en el actual Plan los aportes trabajados trabajados durante un año desde el Plan Global de la Iglesia Ecuatoriana. Cabe resaltar la creación de una nueva Lìnea Pastoral: “La Animaciòn Misionera”, a la luz de Aparecida y del Año de la Fe. Igualmente, se incorporò como Lìnea transversal a toda la pastoral el “Proceso de Perdòn y Reconciliaciòn” como respuesta al llamado de Mons. Pablo Mietto para que la Iglesia de Sucumbìos vuelva a ser “Casa y Escuela de Comuniòn y Participaciòn”.



No faltò el sentido de fiesta de nuestra Iglesia, esta vez para celebrar los 25 años de las Asambleas Diocesanas con sencillez y gozo profundo. Cabe destacar la participación de los laicos en los grupos y en los plenarios, como signo del camino de esta Iglesia que ha realizado desde hace años un proceso de sensibilización, formación, espiritualidad y compromiso, a la escucha del Magisterio de la Iglesia.