Vigilia permanente en Sucumbíos
El martes 19 de marzo en la fiesta de San José, esposo de María, nuestra Vigilia Permanente celebró una Eucaristía de acción de gracias por el inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma Francisco, tal cual lo llamó el Card. Jorge Mario Bergoglio, en expresión de humildad a la llamada entronización, porque los servidores no tenemos ningún trono.
Para esta ocasión, igualmente nos encontramos a la hora de costumbre en la Iglesia del Divino Niño, en Lago Agrio y en una sencilla celebración quisimos compartir y sentirnos muy unidos a Francisco. Él había manifestado un gesto muy humilde el día de su elección, antes de bendecir al Pueblo de Dios, al pedir a su pueblo orar por él, porque el desafío que ahora tiene es muy duro, si quiere ser fiel al Señor y su Evangelio. Y nuevamente, en la celebración del inicio de su ministerio, terminó su homilía pidiendo “oren por mí”.
Atentos a esta invitación, oramos y celebramos por Francisco y la Iglesia. Con mucha esperanza de los tiempos nuevos que empiezan a vislumbrarse en los gestos y actitudes. En una actitud de especial escucha al sucesor de Pedro, dedicamos el tiempo necesario para leer y escuchar con atención su homilía que es rica en su contenido y profundidad. A ejemplo de San José, estamos llamados/as a ser custodios de nosotros/as mismos/as, de unos/as con otros/as, de la creación, y de manera especial de los/as más pobres. Además, Francisco nos ha renovado la invitación a que no tengamos miedo ni a la bondad ni a la ternura. Una vez más nos ha insistido que el centro es Cristo.
Encomendamos al Señor, el Ministerio Petrino de Francisco, con la ilusión de toda su decisión por hacer una Iglesia de los Pobres. Es lo que quería responsablemente hacer Juan XXIII, y no le dio tiempo su corto pero fértil ministerio “petrino”, o tal vez la aspiración del alegre Juan Pablo I, y más bien hemos vivido unas largas décadas de omisión del mundo de los/as pobres con el resultado de que la Iglesia ha vivido grandes cuestionamiento este tiempo. Francisco no lo tiene fácil, sabiendo con quienes tiene que lidiar cercanamente en la anquilosada estructura curial. Nosotros le ofrecemos nuestra cercanía espiritual, para que con la fuerza de Dios, la inspiración del valiente y “poverello” de Asís, pueda hacer lo que el Pueblo de Dios espera de él. Estamos contigo Francisco, siempre que seas coherente en tu vida. Y desde esta tierra maltratada pero cargada de esperanza te hacemos llegar nuestro humilde saludo.
Al final de la celebración, entregamos copias de la homilía de Francisco, a los/as presentes, para que releamos y estar atentos a la coherencia y realización en el día a día de su ministerio, deestas tan grandes palabras.
Obispo de Roma, Francisco, con mucha esperanza, ya que provienes de Buenos Aires de nuestra América Latina, pedimos que lleves buenos aires para que entren a la Iglesia por las ventanas que el Bueno de Juan XXIII abrió pero que otros han intentado cerrarlas. Por eso, con otro paisano tuyo, el Card. Eduardo Pironio, que nos regaló esta letra a nuestra Madre de los Pobres que cantamos en nuestras comunidades a lo largo y ancho de América, te decimos que estamos contigo, y que no estás sólo en tu nueva casa, estamos todos y todas, es Latinoamérica que tiene que tiene que animar a la Iglesia Universal.
“América despierta,
Sobre tus cerros despunta,
La Luz de una mañana nueva
Día de la Salvación
Que ya se acerca
Sobre los pueblos que están en tinieblas
Ha brillado una gran LUZ”
LA VIGILIA PERMANENTE DE ISAMIS
HACIA LA PASCUA
EMILIA ROBLES
No cabe duda de que este tiempo ha quedado y sigue muy ocupado por la expectación hacia el nuevo Papa.
Muchos han tenido menos tiempo e interés para estar pendientes de estos acontecimientos en Roma, porque el trabajo pastoral cotidiano, el compromiso diario por la Paz, la Justicia y la Vida con dignidad, les urgía. Incluso, muchos, no tienen acceso a los medios de comunicación de la misma forma que en los países desarrollados. Otros se alejan de ciertas lógicas mediáticas. Hemos podido leer también en estos días la angustiosa situación de algunas iglesias, por ejemplo en Africa.
Esto ayuda a recolocar las cosas en su lugar.
Ellos, los que no quieren escuchar o no pueden lo que pasa en Roma en estos días, son y hacen también Iglesia.
Ahora nos toca seguir caminando juntos, tendiendo puentes y promoviendo la unidad.
Estamos ya orientados hacia la Pascua. Es tiempo de centramiento personal y comunitario en el Misterio de la Muerte para la Vida, de la Muerte por la Vida.
Este sentido ha sido siempre recordado en la Romería de los Mártires del Araguaia, con la presencia significativa del obispo emérito Pedro Casaldáliga. El actual obispo Dom Adriano, junto con todos los agentes de pastoral, continúan la tradición popular que se hace en veranos alternos.
La razón de hacer especial mención ahora de esta Iglesia local, es porque, ustedes, a través de Proconcil, han seguido el sufrimiento de esa Prelacía y se han solidarizado con ellos. En estos días de la Semana Santa, dediquémosles un recuerdo especial, pues sus problemas continúan, aunque con menos agudeza.
Tengamos presentes en esta semana Santa a todos los que están sufriendo a causa de la injusticia y el abuso de los mercados; y también por distintas cruces que cargan sobre sus hombros.
Que nuestra vida y nuestro compromiso estén al servicio de diferenciar entre las cruces con los que los sistemas opresores cargan a las personas (cruces evitables), y las cruces que la vida nos trae a veces, que pueden ser ocasión para encontrar un nuevo sentido de desprendimiento, o para la desesperación.
Que contribuyamos a cambiar lo que se puede cambiar; que ayudemos a llevar las cruces de lo que no se puede cambiar; que como Iglesia no añadamos cargas innecesarias a los que ya están sufriendo, y que sepamos diferenciar las situaciones de sufrimiento; todo esto ayudados por análisis lúcidos y con la mirada libre y las entrañas de misericordia de Jesús de Nazareth, abiertos al Espíritu que nos acompaña e ilumina.
Y, respecto a diversos comentarios sobre el Papa, en esta ocasión hemos querido seleccionar la carta abierta a los medios de comunicación del jesuita Jose Ignacio González Faus. Nos parece lúcida, prudente y esperanzada, “sin papolatría ni papanatismo”, como él mismo dice. Interesante también porque hace una crítica de ciertos aspectos de los medios de comunicación de masas y de sus deudas con determinados sistemas e intereses, sin dejar por ello de apreciar el valor profesional y humano de muchos periodistas. Una clave que nos ofrece: tomarnos tiempo antes de hablar. No hay por qué sucumbir a determinadas lógicas como las de algunos medios.
Y un espíritu con el que pronunciarse, también sobre el Papa ¿por qué no? que no es ni el de la crítica implacable y la difamación, ni el del aplauso ingenuo, sino el de la esperanza, la misericordia y la corresponsabilidad.