Yo voy a realizar algo nuevo. Ya está brotando. ¿No lo notan? (Isaías
43, )
Así nos decía la primera lectura del V domingo de Cuaresma que nos aproxima con
esperanza a la celebración del Misterio Pascual la próxima semana. Es que ayer
fue muy especial porque en la celebración dominical eucarística de las 7 de la
noche en la Iglesia del Divino Niño la
Luz de la Vigilia Permanente fue enviada para Mons. Gonzalo López, Obispo
Emérito en el Exilio de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos.
Nuestros amigos de La Rioja – España José Antonio y Bea, los queridos
“Abuelos”, que han pasado un mes en Sucumbíos, nos trajeron mensaje fresco de
parte Mons. Gonzalo y nos lo compartieron en la Eucaristía. El mensaje fue
recibido con inmensa alegría. Y como los “Abuelos” ya estaban de vuelta para su
tierra, fue la ocasión propicia para compartir la LUZ de la Vigilia y enviarla
a Gonzalo.
Con la confianza de que Gonzalo, ahora recogido en un ambiente de
oración, sigue manteniendo encendida la Luz del Señor, con la que nos guió los
largos años en nuestra Iglesia. Es la
Luz del Señor la que lo fortalece a vivir este destierro antievangélico.
Unimos la Luz y mirando para al frente caminamos hacia el Sol de la Pascua, por
“llegará con la luz la esperada libertad”. La Luz de la Resurrección vencerá a
las tinieblas de la Muerte y esto lo celebraremos en la Vigilia Pascual.
“Esta es la Luz de Cristo,
Yo la haré brillar…”