Pacayacu,
11 al 18 de agosto del 2013
Los jóvenes y su
realidad son un desafío para nuestra pastoral. La problemática actual de los
jóvenes es muy compleja. En nuestra Iglesia siempre estuvo presente nuestra
preocupación por la juventud, pero especialmente desde la Conferencia Latinoamericana
de Puebla 1979, se impulsó más nuestro trabajo en una Pastoral Juvenil ( P J ).
Actualmente, en el Plan Diocesano de Pastoral tenemos la Línea 3 de Pastoral
Infantil, Juvenil y Vocacional, que reza en su objetivo: “Implementar una Pastoral
Infantil, Juvenil y Vocacional diocesana y específica en cada una de las
Unidades Pastorales y, una de sus actividades programadas, entre otras, es la
Caravana Juvenil.
Las caravanas
juveniles tienen su historia en nuestro Vicariato. Desde el año pasado
retomamos las caravanas, que se vieron interrumpidas por unos años. Por eso,
una de las actividades programadas por la PJ para el año pastoral que fenece es
la Caravana Juvenil Misionera. Compartimos con ustedes la Buena Noticia de la
realización de la IX Caravana Juvenil y Misionera que se llevó a cabo en
Pacayacu entre los días 11 al 18 de agosto de 2013, con la participación de 34 jóvenes
misioneros de diferentes zonas y sectores de la Iglesia de San Miguel de
Sucumbíos.
La consigna que nos
acompañó fue la invitación del Papa Francisco: “Jóvenes juéguense la VIDA por grandes ideales”. Los ejes
transversales de la Caravana fueron: la Jornada Mundial de la Juventud Río
2013, el Año de la Fe, el Papa Francisco y el caminar de ISAMIS. Y, la mística
que cultivamos fue “Jóvenes misioneros
evangelizando a otros jóvenes”.
El día domingo 11
nos congregamos en horas de la tarde en la Iglesia de Pacayacu, preparamos la Celebración
Eucarística de la noche y celebramos junto a la comunidad el inicio de la
misión. Terminada esa celebración las familias acogieron en sus casas a los jóvenes
misioneros y misioneras.
El lunes 12,
participamos en Cascales en “Festival intercultural de expresión juvenil” por
el Día Mundial de la Juventud, estuvimos reunidos con más de 1000 jóvenes
compartiendo un derroche de arte y cultura presentado por los mismos jóvenes con
sus diferentes números.
El martes 13, dedicamos
a la preparación y la formación intensiva en diferentes temas que se habían
diagnosticado como necesarios para esta jornada. Los temas que se abordaron
fueron Infancia Misionera, Pastoral Juvenil (PJ), realidad de Pacayacu, Liturgia,
CEBs. y Proyecto de Vida personal. Contamos con la asesoría de: Hna. Cristina de
Puerto Libre, la Sra. Magdalena Vallejo, Hna. Gladys, las Hnas. Marianitas, los
ministerios de la Comunidad de Pacayacu y el P. Raúl.
La misión se
realizó los días miércoles y jueves. Todos los jóvenes se fueron a los
diferentes barrios y sectores de la ciudad. Su misión era visitar cada uno de
los hogares, trabajar con niños en la mañana y por la tarde con jóvenes, en la
noche reunión con las familias en los barrios.
El día viernes en
el Centro de Formación “Hermanito Néstor Narváez, realizamos un Retiro para
discernir y elaborar el Proyecto de Vida personal. Realizamos la evaluación de
la Caravana y cerramos con un momento cultural y celebrativo.
El sábado por la
mañana realizamos juegos infantiles populares en el Parque Central, con la
participación de más de 80 niños venidos de los diferentes barrios. En la noche
hicimos las Vísperas en honor a Nuestra Señora del Cisne y el programa
cultural.
El domingo 18, participamos
de la Caminata a la Mamita del Cisne, desde el Puente de Pacayacu hasta la
Iglesia del Pueblo. Posteriormente, celebramos la Eucaristía solemne de la
fiesta. Y por la tarde regresamos felices a nuestros hogares.
Como primeros
resultados destacamos: la creación de grupos de Infancia Misionera y algunos de
los niños decidieron ayudar en la Iglesia siendo monaguillos. También nació un Grupo
Juvenil y, se ha motivado el inicio de comunidades cristianas en los barrios.
Por eso, continuaremos acompañando con la etapa de la Post Misión.
Agradecemos a la
Comunidad de Pacayacu por todos los gestos de cariño y acogida que nos dieron
las familias. Que Dios les siga iluminando y concediendo bendiciones.
Concluimos con
las palabras de un participante de la Caravana “esta Caravana ha sido una
experiencia muy maravillosa de compartir y aprendizaje para todos los jóvenes
misioneros y misioneras. También un crecer en la espiritualidad. Cada joven, al
igual que las familias de Pacayacu se nutrieron de esa fuerza de Dios y
quedaron motivados a seguir construyendo el Reino de Dios en la Comunidad”.
“Haremos joven y linda nuestra
historia”