La alegría
del Evangelio
Con este título, en este ambiente de
Pascua y, animad@s por “la alegría del
Evangelio (que) llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús” Resucitado, en palabras del Papa Francisco, ofrecemos las próximas
notas. Empezamos compartiendo una linda experiencia ocurrida en los días de la
Semana Santa.
MARTES SANTO
2014
Misa Crismal, Fiesta de los Ministerios, Servicios y
Carismas, Envío para la Semana Santa.
La Semana Santa es siempre una experiencia fuerte de
fe para la Iglesia Universal y para nuestra Iglesia de Sucumbíos. En esa
experiencia se conjugan dos elementos: la religiosidad popular que se expresa
masivamente el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, y la experiencia pascual de
Iglesia comunidad ministerial que se expresa en el compromiso de todos/as los
ministerios en la Misa Crismal celebrada
el día Martes Santo, y la
alegría de actualizar en nosotros la triunfante resurrección del Señor de la
Vida
Con mucha alegría celebramos este Martes Santo la Misa
Crismal y la Fiesta de los Ministerios en la Catedral N. Sra. del Cisne de
Nueva Loja – Lago Agrio, con la presencia de cerca de 500 personas, especialmente
de las Comunidades Cristianas de las Pastorales Campesina, Indígena, Negra y
Urbana.
Don Bosco Warush, servidor indígena shuar de la Comuna
Taruka, ubicada en la selva cerca de la frontera con Colombia, participó junto
a otros hermanos, en esta celebración. El lleva muchos años de compromiso como
servidor de su nacionalidad shuar, lo que le ha llevado a visitar las comunas
dispersas en toda la provincia de Sucumbíos. No es el primer año que participa junto
con sus herman@s en esta celebración en la que se renuevan los compromisos de
los ministerios, servicios y carismas, de manera conjunta.
Tradicionalmente sólo los presbíteros renuevan las
promesas sacerdotales en la Misa Crismal. En Sucumbíos ya llevamos muchos años
en el que todos los servidores y servidoras, renovamos nuestro compromiso
específico como parte de la Iglesia toda ella evangelizadora, como nos lo está
recordando el Papa Francisco.
Ni la añoranza, ni la ignorancia sirven de excusa para
aceptar lo que él, con meridiana claridad, viene afirmando y demostrando: que
el nuevo estilo evangelizador es tarea de tod@s, no sólo de él, y que sin el
empeño y participación de tod@s, no es posible la renovación deseada y
programada. Es ahí donde reposa la novedad radical y la base y condiciones para
una nueva evangelización, para un cambio de mentalidad y para un nuevo modo de
estructura y gobierno de la Iglesia.
En la Iglesia de Sucumbíos, que desde inicios de los
años 70 recibió el espíritu del Concilio Vaticano II y el Documento de Medellín haciendo una iglesia
de comunidades, los nuevos ministerios (laicales) surgieron de las necesidades
sentidas por las mismas comunidades y fueron asumidos como un servicio desde la
fe por miles de personas, hombres y mujeres sencillos, llenos de amor a los
hermanos y con un testimonio de vida muy hermoso.
Algunas de ellas continuaron en ese compromiso y se
han ido identificando progresivamente como discípulos misioneros de Jesús. Esto
dio lugar a que aparecieran en los años 90 los Ministerios “Reconocidos” o
“Instituidos” que actualmente son más de 150, con un compromiso para toda la
vida. Para acompañarlos en su formación, existe desde 1992 la Escuela de Ministerios.
En la Misa Crismal de este año, junto a Mons. Celmo
Lazzari, Obispo Vicario Apostólico de Sucumbíos, renovamos nuestro compromiso:
-
Presbíteros
-
Diáconos Permanentes
-
Vida Cosagrada
-
Misioner@s Laic@s y Equipo Itinerante de la Visitación
-
Las COIM (Comunidades para la iglesia y para el Mundo),
Movimiento Misionero propio de la Iglesia Local de Sucumbíos
-
Ministerios y Servicios Laicales para la Evangelización y
para la Pastoral Social(algunos de ellos “Reconocidos” o “Instituidos”)
-
Niños, Niñas y Jóvenes Vocacionad@s y Seminaristas
-
Movimientos: Juan XXIII, Renovación Carismática y Rosario
Diario
Al final de cada grupo se cantaba “Demos gracias al Señor, demos gracias”.
El reconocimiento práctico de la unidad formando el
único cuerpo de Cristo y la diversidad de funciones asegurará mayor vitalidad
misionera y será signo e instrumento de reconciliación y de paz para nuestro
pueblo de Sucumbíos.
La celebración finalizó con la Comida Comunitaria,
como es tradición en Sucumbíos. Luego, todos nos fuimos a nuestras zonas y
parroquias, junto con quienes vinieron de otros lugares para acompañarnos en
esta Semana Santa.