Isaías 6, 1-2a. 3-8; 1Corintios 15, 1-11; Lucas
5, 1-11
Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les proclamé y que ustedes aceptaron, y en el que están fundados,
y que les está salvando, si es que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha
malogrado su adhesión a la fe. (1 Cor 15,1-11)
Pongamos atención a los verbos en estas pocas
líneas: 1) RECORDAR; 2) PROCLAMAR; 3) ACEPTAR; 4) ESTAR FUNDADOS; 5) ESTÁ
SALVANDO; 6) CONSERVAR
Un conflicto ha explotado entre las comunidades de
los Corintios. Un grupo de ellos piensan que se es mejor cristiano si se “habla
en lenguas”. Éstos enrarecen el ambiente y son factor de división al intentar
convertir algo “no esencial” en la vida de la Iglesia de Corinto. Pretenden con
ello tener la exclusividad de los carismas basándose en su propio potencial y
riqueza. Pablo ve el problema de fondo y lo desenmascara en el intento de que
las comunidades vuelvan a la racionalidad y recobren el para qué de su
convocación. Para Pablo está claro que ese orgullo que divide a la comunidad
entre los que hablan en lenguas y los que no, no viene de Dios. Es más, conduce
a la comunidad a su destrucción porque las personas no pueden madurar, son como
niños. Y reacciona: y si tenemos que afirmar qué es lo mejor, es el don de
profecía, después el de sabiduría, el de curar… y al final de todos ellos, el
“hablar en lenguas”.
Sabe por experiencia que los límites entre el bien y
el mal son muy frágiles. Él mismo desde
su fundamentalismo y seguridad religiosa se convirtió en perseguidor de la
Iglesia. Y ve una posibilidad de fundamentalismo en esas actitudes.
Volvamos entonces a los verbos: 1) RECORDAR; 2)
PROCLAMAR; 3) ACEPTAR; 4) ESTAR FUNDADOS; 5) ESTÁ SALVANDO; 6) CONSERVAR
RECUERDEN: es decir, vuelvan a pasar por el corazón todo lo
que están viviendo. Miren hacia atrás y descubran la gratuidad de Dios que
ofrece la Buena Noticia a la humanidad.
PROCLAMAR: Esta Buena Noticia les llegó a través de la palabra
de unos pocos hombres y mujeres sufridos y perseguidos por haber creído en
Jesús.
ACEPTAR: Frente a esa palabra, se produjo una aceptación por
parte de la comunidad. Encontraron en ella un espejo verdadero de sí mismos,
supieron que detrás de ella, había una experiencia que conectaba directamente
con la propia vida de precariedad y sufrimiento.
ESTAR FUNDADOS: Esa Buena Noticia se
convirtió entonces en un fundamento de vida. No era posible el temor, porque su
actividad hacía algo bueno en el interior de cada persona y de la comunidad.
ESTÁ SALVANDO: en movimiento constante y
creciente. Dios actuaba a través del evangelio y su acción es sanadora y
liberadora.
CONSERVAR: Si esto es así, no hay otra cosa que hacer que
cultivar esa experiencia que ha sido pura misericordia divina. Si no se toma
consciencia de esto, la fe se ha malogrado, no existe.
Ahora las preguntas sobre la fe. ¿Qué es entonces la
fe? Parece que para Pablo no tiene nada que ver con cumplir los mandamientos,
sino con esa valentía y osadía para recordar –pasar por el corazón- el
camino de vida que se ha recorrido, encontrar que, a pesar de todo lo que pasa,
Dios ha estado presente en todas
las cosas y acontecimientos de una manera dinámica, constante y salvadora. Y
que lo que toca es sostenerse en esa experiencia de gracia suya y
conservarla.
MEMORIA, PRESENCIA PERMANENTE de Dios y ECHAR RAÍCES DE
EVANGELIO son la puerta de la fe, lo que permite que no se malogre.
¡Qué importante es la memoria, ese ejercicio
cotidiano para reconocer lo que Dios ha hecho con ISAMIS! ¡Qué serenidad deja
experimentar que Dios es presencia de salvación permanente para los excluidos!
¡Qué regalo más hermoso tener la oportunidad de
adquirir madurez, hondura y profundidad cultivando nuestras raíces!
¿Cómo anda nuestra memoria, cómo son nuestras raíces
y cómo descubrimos que Dios sigue caminando con su pueblo de forma permanente?