domingo, 10 de febrero de 2013

MANUAL CONTRA LA INSENSATEZ


Isaías 6, 1-2a. 3-8; 1Corintios 15, 1-11; Lucas 5, 1-11

Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les proclamé y que ustedes aceptaron, y en el que están fundados, y que les está salvando, si es que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha malogrado su adhesión a la fe. (1 Cor 15,1-11)

Pongamos atención a los verbos en estas pocas líneas: 1) RECORDAR; 2) PROCLAMAR; 3) ACEPTAR; 4) ESTAR FUNDADOS; 5) ESTÁ SALVANDO; 6) CONSERVAR

Un conflicto ha explotado entre las comunidades de los Corintios. Un grupo de ellos piensan que se es mejor cristiano si se “habla en lenguas”. Éstos enrarecen el ambiente y son factor de división al intentar convertir algo “no esencial” en la vida de la Iglesia de Corinto. Pretenden con ello tener la exclusividad de los carismas basándose en su propio potencial y riqueza. Pablo ve el problema de fondo y lo desenmascara en el intento de que las comunidades vuelvan a la racionalidad y recobren el para qué de su convocación. Para Pablo está claro que ese orgullo que divide a la comunidad entre los que hablan en lenguas y los que no, no viene de Dios. Es más, conduce a la comunidad a su destrucción porque las personas no pueden madurar, son como niños. Y reacciona: y si tenemos que afirmar qué es lo mejor, es el don de profecía, después el de sabiduría, el de curar… y al final de todos ellos, el “hablar en lenguas”.

Sabe por experiencia que los límites entre el bien y el mal son muy frágiles.  Él mismo desde su fundamentalismo y seguridad religiosa se convirtió en perseguidor de la Iglesia. Y ve una posibilidad de fundamentalismo en esas actitudes.

Volvamos entonces a los verbos: 1) RECORDAR; 2) PROCLAMAR; 3) ACEPTAR; 4) ESTAR FUNDADOS; 5) ESTÁ SALVANDO; 6) CONSERVAR

RECUERDEN: es decir, vuelvan a pasar por el corazón todo lo que están viviendo. Miren hacia atrás y descubran la gratuidad de Dios que ofrece la Buena Noticia a la humanidad.

PROCLAMAR: Esta Buena Noticia les llegó a través de la palabra de unos pocos hombres y mujeres sufridos y perseguidos por haber creído en Jesús.

ACEPTAR: Frente a esa palabra, se produjo una aceptación por parte de la comunidad. Encontraron en ella un espejo verdadero de sí mismos, supieron que detrás de ella, había una experiencia que conectaba directamente con la propia vida de precariedad y sufrimiento.

ESTAR FUNDADOS: Esa Buena Noticia se convirtió entonces en un fundamento de vida. No era posible el temor, porque su actividad hacía algo bueno en el interior de cada persona y de la comunidad.

ESTÁ SALVANDO: en movimiento constante y creciente. Dios actuaba a través del evangelio y su acción es sanadora y liberadora.

CONSERVAR: Si esto es así, no hay otra cosa que hacer que cultivar esa experiencia que ha sido pura misericordia divina. Si no se toma consciencia de esto, la fe se ha malogrado, no existe.

Ahora las preguntas sobre la fe. ¿Qué es entonces la fe? Parece que para Pablo no tiene nada que ver con cumplir los mandamientos, sino con esa valentía y osadía para recordar –pasar por el corazón- el camino de vida que se ha recorrido, encontrar que, a pesar de todo lo que pasa,  Dios ha estado presente en todas las cosas y acontecimientos de una manera dinámica, constante y salvadora. Y que lo que toca es sostenerse en esa experiencia de gracia suya y conservarla.

MEMORIA, PRESENCIA PERMANENTE de Dios y ECHAR RAÍCES DE EVANGELIO son la puerta de la fe, lo que permite que no se malogre.

¡Qué importante es la memoria, ese ejercicio cotidiano para reconocer lo que Dios ha hecho con ISAMIS! ¡Qué serenidad deja experimentar que Dios es presencia de salvación permanente para los excluidos! ¡Qué regalo más hermoso tener la oportunidad de  adquirir madurez, hondura y profundidad cultivando nuestras raíces!

¿Cómo anda nuestra memoria, cómo son nuestras raíces y cómo descubrimos que Dios sigue caminando con su pueblo de forma permanente?