FICHA 5
PRIMER TIEMPO:
Leemos en el documento de Medellín:
Así como otrora Israel, el primer Pueblo,
experimentaba la presencia salvífica de Dios cuando lo liberaba de la opresión
de Egipto, cuando lo hacía pasar el mar y lo conducía hacia la tierra de la
promesa, así también nosotros, nuevo Pueblo de Dios, no podemos dejar de sentir
su paso que salva, cuando se da "el verdadero desarrollo, que es el paso,
para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas, a condiciones
más humanas. Menos humanas: las carencias materiales de los que están privados
del mínimum vital y las carencias morales de los que están mutilados por el egoísmo.
Menos humanas: las estructuras opresoras, que provienen del abuso del tener y del
abuso del poder, de las explotaciones de los trabajadores o de la injusticia de
las transacciones. Más humanas: el remontarse de la miseria a la posesión de lo
necesario, la victoria sobre las calamidades sociales, la ampliación de los
conocimientos, la adquisición de la cultura. Más humanas también: el aumento en
la consideración de la dignidad de los demás, la orientación hacia el espíritu
de pobreza, la cooperación en el bien común, la voluntad de paz. Más humanas
todavía: el reconocimiento, por parte del hombre, de los valores supremos, y de
Dios, que de ellos es la fuente y el fin. Más humanas, por fin, y
especialmente, la fe, don de Dios acogido por la buena voluntad de los hombres,
y la unidad en la caridad de Cristo, que nos llama a todos a participar, como
hijos, en la vida del Dios vivo, Padre de todos los hombres". En esta transformación, detrás de la cual se
expresa el anhelo de integrar toda la escala de valores temporales en la visión
global de la fe cristiana, tomamos conciencia de la "vocación
original" de América Latina: "vocación a aunar en una síntesis nueva
y genial, lo antiguo y lo moderno, lo espiritual y lo temporal, lo que otros
nos entregaron y nuestra propia originalidad".
Conferencia de Medellín, Introducción,
p.6-11
SEGUNDO
TIEMPO: Nos detenemos y conocemos el documento:
1. ¿Dónde está el fundamento de nuestra identidad de “pueblo de Dios”?
2. ¿Cuáles son las características del “nuevo pueblo de Dios según la
Conferencia de Medellín?
3. ¿Cómo podemos sentir el “paso de Dios” como pueblo según los obispos?
4. Hagamos una tabla que refleje EL VERDADERO DESARROLLO:
- las condiciones “menos
humanas”…
- las condiciones “más
humanas”…
TERCER TIEMPO: Nos
dejamos cuestionar
1. ¿En qué medida han disminuido las condiciones
“menos humanas” y han aumentado las
condiciones “más humanas” en nuestros contextos? ¿A qué se debe?
2. ¿Qué propuestas nos ayudarían a seguir caminando según
el espíritu de la Conferencia de Medellín?
CUARTO
TIEMPO: Agradecemos la vida del Espíritu que nos llega con Medellín