Por la magnitud de los hechos,
que revisten importancia en la vida
eclesial y social de Sucumbíos, por lo que ha pasado, está pasando y pasará,
registramos lo ocurrido la semana
pasada. Aquí presentamos una primera parte de dos:
Hacemos presente que del lunes 15
al jueves 18 del mes en curso (abril), se realizó el Retiro Diocesano
programado para este Año Pastoral, en las dos modalidades, en la ciudad de
Nueva Loja, una para campesinos/as e indígenas durante el día y otra para urbanos/as
en las noches. El primero contó con la importante presencia de Mons. Mietto y
en el segundo, además de la ausencia total de los padres colaboradores y del P.
Gabriel Prandi, Párroco de la Catedral N. Sra. del Cisne de Nueva Loja y
Pro-vicario de Sucumbíos, en estas jornadas diocesanas de Retiro, ocurrió un
hecho de grave trascendencia para la vida eclesial y social de Sucumbíos, que a
continuación registramos:
El hecho tiene que ver con el Retiro Urbano. El lugar previsto para
esto era la Catedral, como lugar central de encuentro. A última hora, el mismo
día del inicio del Retiro por la mañana,
Mons. Paolo Mietto pidió que se cambiara de lugar debido a que se iba a
realizar en la misma hora y en el mismo lugar, el día lunes 15 de abril, una
reunión de Pastoral Social.
En esos días lunes 15, martes 16
y miércoles 17 de abril del presente año en la Iglesia Catedral Nuestra Sra.
del Cisne a eso de las 6 de la tarde, se presenciaron los siguientes hechos: un
grupo de alrededor de 20 personas en su mayoría de la Renovación Carismática,
lideradas por la Sra. Genoveva Altamirano, se apostaban en las afueras de la
Catedral haciendo arengas, a la vez con unos confusos rezos del Santo Rosario.
Colocaron en la puerta de la entrada una gran bandera del Estado Vaticano para
cerrar el ingreso a los salones de la Catedral, lanzando cada cierto tiempo voladores
(“cuetes”). Mientras se desarrollaban estas acciones, tanto el P. Gabriel
Prandi, como el P. Ricardo Ruiz, se mantenían cercanos al grupo manifestante.
Varias personas que concurrían al Retiro, por motivo de la confusión creada a
última hora por el cambio de lugar, fueron ofendidas con palabras y gestos. El
último día se pudo ver que algunos de los manifestantes portaban palos y
fierros.
Lamentamos estos hechos. Mantuvimos
y seguimos manteniendo la oración permanente por nuestra Iglesia, actitud
pacifista y abierta a la reconciliación en todas las acciones desarrolladas desde
nuestra programación pastoral colectiva del inicio del año, y con aprobación de
Monseñor Paolo Mietto, nuestro Obispo Administrador Apostólico.
Continuaremos el lunes 29 de
abril con la segunda parte de esta nota.