La gente feliz con la llegada de Mons. Paolo Mietto a Sucumbíos el pasado día 6 de Marzo en horas de la tarde.
Representantes de las comunidades cristianas, de los ministerios laicales, del Movimiento Juan XXIII le dieron la bienvenida en la que desde hace décadas había sido la Casa de la Iglesia: el kiosko de la Casa Diocesana donde les recibió Monseñor.
“Estábamos como ovejas sin pastor” le dijo doña Betsy Cobeñas, Animadora de la Comunidad del Barrio Guayaquil por más de treinta años. Monseñor Paolo Mietto contestó: "Ya está aquí el pastor".
Luego de varias intervenciones, cantos y compartir de refrigerio; le dejaron a Mons. Paolo Mietto en la Casa Diocesana, residencia de Mons. Gonzalo López y casa de acogida para todos los misioneros y misioneras de paso por Lago Agrio, casa abierta a los y las fieles de la Iglesia de Sucumbíos.
Los sacerdotes diocesanos del Vicariato fueron invitados a pasar a la casa un rato y saludamos al obispo de Portoviejo y al Obispo emérito de Ibarra, ya presentes en Lago Agrio para la celebración del día miércoles.
Con este pastor que le ha sido concedido a la Iglesia de Sucumbíos se espera una nueva etapa de reconciliación y reconstrucción de la comunión.
