15:13 No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. |
Dilma Rousseff condecora al obispo catalán y a Tomás Balduino
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, condecoró hoy al obispo español Pedro Casaldáliga y a otras 16 personas, entre ellos el
obispo Tomás Balduino, por su labor en la defensa de los
Derechos Humanos.
Casaldáliga no pudo recibir el premio en persona ya que está oculto en un lugar desconocido
bajo protección de la Policía Federal debido al recrudecimiento de lasamenazas que recibe desde hace años por su labor en favor de los
indios.
Rousseff afirmó que Brasil "aprendió a admirar" a
Casaldáliga y al obispo Tomás Balduíno, también homenajeado hoy por
su apoyo a los indios, y dijo que ella misma se enorgullece de ser "contemporánea" de ambos.
La mandataria manifestó que el Estado brasileño dedicará "todos los medios y fuerzas policiales y civiles disponibles"
para garantizar la seguridad y protección de los que trabajan "en defensa de los excluidos".
Asimismo, Rousseff aseguró que la defensa de los Derechos Humanos
es "muy importante" para ella y para su generación, porque "sintieron en la carne el abuso de poder y la truculencia del
Estado".
El obispo
español, de 84 años y enfermo de Parkinson, abandonó hace una semana la aldea
de Sao Félix do Araguaia, en una región selvática del estado de Mato Grosso,
debido a las amenazas.
El Consejo Indigenista Misionero (CIMI), una organización vinculada al
Episcopado brasileño, denunció que las amenazas se redoblaron en las últimas
semanas, al parecer debido a la inminente decisión de un tribunal que al
parecer se dispone a fallar a favor de los indios xavantes en una disputa de
tierras.
Los indios de la etnia Xavante han
contado desde hace más de dos décadas con el apoyo y solidaridad de
Casaldáliga, quien llegó en 1968 a ese remoto rincón del estado de Mato Grosso,
donde se quedó a vivir con los desposeídos.
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Yo moriré
de pie
Me matarán
de pie.
El sol,
como testigo mayor,
pondrá su
lacre
sobre mi
cuerpo doblemente ungido,
y los ríos
y el mar
se harán
camino de todos mis deseos,
mientras la
selva armada
sacudirá su
cúpula de júbilo.
Yo diré a
mis palabras:
No mentía
gritándoos,
Dios dirá a
mis amigos:
Certifico
que vivió con vosotros
esperando
este día.
De golpe,
con la muerte,
se hará
verdad mi vida.
¡Por fin
habré amado!
Pedro Casaldáliga