sábado, 21 de abril de 2012

LO PEQUEÑO ES HERMOSO INFANCIA MISIONERA, UN SIGNO DE RESURRECCIÓN


Tantas veces los niños y niñas son un número estadístico y se habla de ellos en cuanto a su grado de desnutrición, alfabetización o mortalidad. En nuestra provincia faltan acciones que nos acerquen a este grupo de la infancia más allá de la relación de dependencia. No es fácil. Unas veces nos encontramos con situaciones de abandono, falta de autoridad por parte de padres y madres y otras una permisividad donde los niños-as se convierten en unos pequeños “tiranos” con sus mayores.

La “Infancia Misionera” tiene un papel importante que hacer en cuanto a la transformación de estructuras mentales, educativas y espirituales que no ven a niños y niñas, sino que simplemente los soportan. Con la preocupación de prestar atención a la realidad de la infancia, el pasado 14 de abril, ha tenido lugar un encuentro formativo para Asesoras-es de Infancia Misionera.

En la Iglesia de Sucumbíos los/as niñas/os han sido protagonistas de su predilección. Nos convocamos en el Seminario y de toda la provincia fueron acudiendo asesoras y asesores de Infancia Misionera. La actitud general fue la de la apertura para aprender dinámicas y desarrollar recursos y estrategias con el fin de poder animar y fortalecer los grupos que existen en las comunidades.  Y no sólo esto, sino hacer eso que se llama “meterse en la piel de los niños y niñas” para que el lenguaje, gestos y palabras entren en comunicación con sus necesidades y anhelos.

La Infancia Misionera es un elemento dinamizador y un signo de Resurrección de las comunidades. Esos pequeños y pequeñas hacen entender a toda la comunidad que reuniéndose y formándose juntos es como se transforman las realidades. Con sus dinámicas, juegos, oraciones sencillas y espíritu misionero, se van introduciendo en la comunidad eclesial y van creciendo en dignidad.  Por su parte, las asesoras van sintiendo que tienen un papel importante que realizar. No se trata de entretener, sino dar intencionalidad a lo que se hace y transmitir en todo un mensaje de evangelio: “no teman, niños y niñas, estamos con ustedes” y… Dios los quiere muchísimo. 

Así, nos fuimos con alegría en el corazón por tantas cosas recibidas y tanta esperanza al poder descubrir como Jesús que lo pequeño es hermoso, que Dios sigue derrocando a los poderosos con la fuerza de los débiles. ¡De los niños del mundo siempre amigos!