sábado, 3 de noviembre de 2012

Aspectos “positivos” y puntos “insuficientes” del Sínodo - P.ADOLFO NICOLÁS, SJ



(Presentamos hoy los aspectos del Sínodo que destaca, como ”positivos” y como “deficiencias”, el P. Adolfo Nicolás, General de la Compañía de Jesús)          

1. Podemos integrar los puntos positivos en tres categorías:
 
a) Aportación geográfica. A esta categoría pertenecen las presentaciones que nos proporcionaron una buena información de la situación, los problemas y, con frecuencia, los sufrimientos de algunos países -especialmente del Medio Oriente, África y Asia. El hecho de que Obispos de muchos países tengan la oportunidad de comunicar y cambiar impresiones, con entera libertad, acerca de sus experiencias y opiniones, es una de las características más atractivas del Sínodo.
 
b) Iniciativas interesantes en curso, especialmente las que se basan en proyectos de cooperación, redes o intercambios internacionales en los que  toman parte laicos y movimientos laicales comprometidos. Esto se lleva a cabo no sólo en las sesiones plenarias sino, con más frecuencia, fuera de las sesiones en conversaciones informales que tocan esos puntos.
 
c) Reflexiones sobre los Fundamentos. El Significado y las Dimensiones de la Nueva Evangelización. En este punto hemos sido testigos de una gran unanimidad acerca de, entre otras, las siguientes cuestiones:
*la importancia y necesidad de la experiencia religiosa (encuentro con Cristo);
*la urgencia de una buena formación espiritual e intelectual de los Nuevos Evangelizadores;
*la centralidad de la familia (la iglesia doméstica) como sitio privilegiado para el crecimiento en la Fe;
*la importancia de la parroquia y sus estructuras que necesitan ser renovadas y abrirse más y más a una mayor participación del laicado y su ministerio;
*la prioridad de la evangelización más bien que la expresión sacramental, como san Pablo decía de sí mismo: “enviado a evangelizar más que a bautizar”.
*etc.
 
2. En cuanto a puntos “insuficientes” podría indicar los siguientes:
 
a) La voz del Pueblo de Dios no tiene ocasión de expresarse. Es un Sínodo de Obispos y, por eso, no se cuenta con la participación activa del Laicado aun cuando un número de expertos y “observadores” (auditores) asisten como invitados. Me hizo recordar lo que dijo Steve Jobs: que él estaba más interesado en escuchar las voces de los clientes que las de los productores. Y en el Sínodo todos éramos “productores”.
 
b) Por eso era difícil evitar el sentimiento de que se trataba de una reunión de “Hombres de Iglesia afirmando la Iglesia”, lo cual es ciertamente bueno pero no precisamente lo que necesitamos cuando estamos a la búsqueda de una  Nueva Evangelización. Podemos caer en el peligro de buscar “más de lo mismo”.
 
c) Falta de reflexión sobre la Primera Evangelización y por eso sabemos muy poco acerca de si y qué hemos aprendido de su larga historia y sus mejores momentos, y de lo que nos han enseñado nuestras propias equivocaciones. Esta omisión podría tener consecuencias muy negativas.
 
d) La deficiente consciencia y conocimiento de la Historia de la Evangelización y el papel que los Religiosos, hombres y mujeres, han desempeñado en ella. En algunos momentos la Vida Religiosa fue ignorada; en otros momentos recibió una mención casual y perentoria. No es que nosotros, los Religiosos, necesitemos ulterior confirmación: pero querría expresar mi  preocupación acerca de que la Iglesia se exponga a perder su propia memoria.
 
e) Quizás el punto más débil fue la metodología que determinó la marcha del Sínodo, similar al viejo modo de organizar nuestras Congregaciones Generales. Espero, sin embargo, que la complejidad de la realidad y las necesidades del futuro ayudarán a la Iglesia en la tarea de ajustar sus procesos para conseguir mayores frutos apostólicos.