Presentamos esta carta de
Mons. Paolo Mietto con fecha del 25 de noviembre 2012, en que celebramos el Día
de la Iglesia Católica en el Ecuador y el Día de la No Violencia contra la
Mujer. Día de especial significado para l@s cristian@s en la conciencia de
nuestra pertenencia tanto a la Iglesia, como a nivel social en la lucha por
erradicar toda Violencia destructora de la Vida y especialmente excluye a la
mujer.
Esta carta surge por pedido
de l@s misioner@s de ISAMIS a Mons. Paolo Mietto, el pasado 9 de noviembre, en la
primera reunión diocesana de los primeros viernes, ante la agresiva campaña de
calumnias y difamaciones vertidas en diferentes medios, especialmente en Radio
Bolívar de Lago Agrio y en el Blog: sucumbiosecuadorpazyverdad.blogspot.com.
Agradecemos la
sabia y valiente decisión de Mons. Paolo Mietto, que superando presiones, actúa
como Pastor de nuestra Iglesia. Dios lo bendiga.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Carta a los hemanos y hermanas
que conocen, aman y se sienten parte de la Iglesia Catolica
Queridos hermanos y hermanas:
Muchos de ustedes han vivido y
sufrido en y con nuestra Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, otros estarán
informados y conocerán lo que ha ido sucediendo en ella desde el día 30 de octubre de 2010, fecha en
la que nuestro querido Pastor Mons. Gonzalo López Marañón salió del
Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos.
En Mayo de 2011 se inició un proceso de Perdón y reconciliación
en el mismo, con el fin de sanar las heridas provocadas en las personas por el
conflicto eclesial, y mover a la
reconciliación entre hermanos y hermanas que se vieron divididos y enfrentados
violentamente. Dicho proceso he
querido fortalecerlo desde mi toma de posesión en marzo 2012, en la que
propuse a todos el lema Ser Casa y Escuela de Comunión.
Después de mi llegada vine
conociendo que, a través de diversos
medios de comunicación como las radios, los blogs y otros medios radiales, televisivos, escritos y de
internet, se difunden mentiras, difamaciones, insultos, amenazas… que afectan a
presbíteros, misioneros y misioneras, religiosas/os, laicos/as, e incluso hasta nuestros Obispos
Mons. Gonzalo y mi persona.
Estas difamaciones, manipulan
información haciendo lecturas erróneas de acontecimientos y hechos, que con
frecuencia nada tienen que ver con las personas a las que se menciona, no contribuyen para nada al proceso de Perdón
y Reconciliación, tampoco ayudan a vivir
en el Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos sintiéndonos Casa y
Escuela de Comunión. El daño mayor es el que se produce a todo el Pueblo de
Dios: provoca escándalo y confusión
sobre todo en aquellas personas más débiles en su fe, o bien en aquellas que
carecen de posibilidades para comprender la complejidad de la situación que
vive la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos.
Por ello, movido por las actitudes de Jesús en el Evangelio, deseo alzar mi voz serena y humildemente,
para pedirles a todas las personas de “buena voluntad” que hayan podido ser
cómplices de estas difamaciones, divulgándolas, escribiéndolas, apoyándolas, o consintiéndolas y a aquellas que no reconocen a esta iglesia como parte de la Iglesia Pueblo de
Dios (cfr. Lumen Gentiun cap. 2), que
escuchen al Señor Jesús cuando nos dice: “… Busquen más bien el Reino de Dios y
su justicia y lo demás se les dará por añadidura” (Lc 12, 31), que abran su
corazón a la verdad y cesen esta campaña denigrante e impropia de católicos que siguen a Jesús como
discípulos y misioneros llamados
a anunciar su Reino.
Fraternalmente,
Monseñor Paolo Mietto
ADMINISTRADOR APOSTOLICO DEL VICARIATO
DE SAN MIGUEL DE SUCUMBIOS