3. ¿QUE HACEN LAS CEB?
Resisten
Las CEBs aparecen históricamente en el
cuadro de la Iglesia del siglo XX, en primer lugar no como respuesta a una
coyuntura socio-política (aun cuando ésas hayan sido condicionantes) sino, más
bien aparecen como una exigencia teológico-pastoral.
Ellas nacen como reestructuración
eclesial, no como movimiento social o laical. Surgen como una nueva expresión
del ser y del conjunto de la misión de la Iglesia. Las CEBs, aun cuando por
razones de urgencias y de exigencias históricas, acentúan ciertos aspectos de
la eclesialidad y no otros, son un acontecimiento CUALITATIVO. Están
orientadas, por su propia originalidad, a configurar un nuevo modelo eclesial.
Por todo eso, en la practica, las CEBs se resisten,
+ a ser Iglesia paralela. Al contrario, siguen perseverantemente
buscando a los pastores;
+ a separar la fe de la vida y a no comprometerse con la transformación
de las estructuras;
+ a dejar a los pobres. El compromiso con los pobres estará siempre
presente en la vida de las CEBs, desde sus inicios, mucho más en línea de
concientización-liberación que de asistencia, o promocional (si bien que éstas
tampoco pueden ser excluidas);
+ a tergiversar sobre la meta del Reino;
+ a colocar en segundo plano la vocación de la Iglesia de ser una
comunidad misionera;
+ a dejar de lado su responsabilidad profética y de transformar las
estructuras;2
Renacen
El teólogo Pe. José Comblin en articulo
"A Igreja e o mundo dos excluidos", en Vida Pastoral, marzo-abril
2000, pág.14, afirmaba: "Las CEBs,
lejos de estar superadas, son más actuales y más necesarias que nunca — pero no
las que estamos conociendo. Son necesarias otras, nuevas, que nazcan de los
verdaderamente excluidos. Las CEBs, como todas las instituciones de Iglesia,
necesitan ser fundadas de nuevo para ser fieles a su programa. Fundadas por
nuevas personas, con nuevos miembros que pertenezcan realmente a los nuevos
excluidos...".
Las CEBs van resurgiendo más bien: como
una exigencia misionera de llegar como Iglesia, más allá de las presentes
estructuras eclesiásticas. Por eso las CEBs implican, a medio y a largo plazo,
una reestructuración eclesial. Son una nueva expresión de la misión de la
Iglesia, no son un evento sino más bien un proceso.
Concretamente las CEB s renacen,
- con el MOVIMIENTO BÍBLICO, especialmente
como LECTURA ORANTE de la Palabra de Dios,
- con el despertar de la conciencia de
ciudadanía, la reconstrucción del tejido social, a partir de expresiones de la
base y la tarea ecológica,
- en el encuentro con las culturas —
indígena, africana, migrantes,
- en el desafío del multiculturalismo;
- en el desafío del aislamiento urbano,
cada día mas destructor de la identidad de ser independiente por naturaleza
(creados a imagen de Dios),
- en ocasión de catástrofes de la
naturaleza (terremoto en México, Nicaragua, El Salvador ...) o provocadas
(post-guerra en El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras...). En Honduras,
la original iniciativa de los Delegados de la Palabra es una version nativa que
se desarrolla en torno a formación de CEBs.
En varios países de América Latina
existen equipos nacionales de asesoría a las CEBs contando con obispo designado
por la Conferencia episcopal para asesorarlos y presidirlos. Lo mismo ya se
hace desde mucho tiempo en Argentina, Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia,
Paraguay.
En la Iglesia de los Estados Unidos, la
investigación del equipo del P. Bernardo Lee,3 publicada en el año 2000 concluyó con datos significativos: "Las
CEBs son 37 mil, si queremos números que han sido investigados. Lo más probable
es que sean entre 40 a 50 mil, distribuidas del siguiente modo: 65% entre los
anglos. Están ligadas de algún modo a la institución parroquial y sus miembros
son personas de cierta educación humana y religiosa y pertenecen a la clase
media americana; 20% entre los hispanos y son mucho más pobres y menos
preparados intelectualmente. Religiosamente traen la experiencia de su
catolicismo popular latinoamericano y caribeño, con fuerte devoción mariana y
santoral;13% son de grupos carismáticos (renovación católica); 1% de grupos
católicos concientizados, como de COPS, CALL TO ACTION, VALLIENT INTERFAITH,
etc, usando por lo general el método de Saul Alinski, para análisis de realidad
y acción non-violenta".
En la India, el obispo Thomas Dabre de
India, tiene la diócesis organizada en CEBs, lo mismo acontece con la de
Georgetown, en la Guyana. En ambos lugares, surgirán con las CEBs el desafío
del diálogo con religiones no cristianas. Con el Hinduismo, concretamente.
Muchos miembros de esa religión se han acercado a las CEBs y se sienten cómodos
en convivir con los cristianos de la base en las tareas de transformar la vida,
en la comunión fraterna, en la experiencia de contemplación.
En Inglaterra, Escocia, USA la
convivencia ecuménica a nivel de base es bastante frecuente o como que
"ordinaria", dejando a los teólogos, juristas, etc. la tarea de
precisar las identidades y hacer las debidas distinciones.
En Australia, más de 10 diócesis han
comenzado a trabajar con CEBs, en los últimos 10 años.
Las asambleas nacionales de CEBs,
generalmente conocidas como "Encuentros inter-eclesiales", han
aumentado en número de participantes y frecuencia. Conocidas en Brasil y
México, ahora acontecen regularmente en Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay,
Ecuador, Venezuela, Honduras y en el presente año de 2002 va a acontecer por
primera vez en USA (San Antonio, Texas).
Uno de los encuentros internacionales
de las CEBs de lengua alemana se hizo en la diócesis de Stuttgart contando con
la presencia inaugural de Mons. Walter Kasper, entonces obispo local y hoy
cardenal de la Curia Romana.
Otras tradiciones cristianas,
particularmente los Luteranos, Anglicanos, Metodistas, Presbiterianos,
Bautistas ingleses, Menonitas... para mencionar algunas, están tomando la
propuesta de CEBs como tarea ineludible para su vida y misión.
El Card. Stephen Kim afirmó: "Las
CEBs son la única alternativa para el futuro de la misión en Corea" (Asia
Focus, enero 7, 1994, p. 5).
Sorprenden
Sorprenden por lo creativo y profético
que manifiestan:
En su punto de partida: la constante relación con la villa y con la gente —
en su cultura y realidad, en su historia y valores — tomada como sujeto colectivo y privilegiado;
En su objetivo: El Reino de Dios en sus cuatro dimensiones
integradas: personal, social, eclesial y escatológica;
En su método teológico-pastoral que trabaja con algunas preguntas referenciales
decisivas: ¿Donde está la gente en la realidad social? ¿Dónde está Dios? ¿Dónde
está la Iglesia? ¿Dónde estamos nosotros como CEBS? ¿Dónde tiene que estar
nuestra comunidad y cada uno de nosotros hoy en la coyuntura social y
religiosa?
Esa metodología desarrolla una participación
corresponsable y propicia la formación de una conciencia crítica de la
comunidad particularmente en relación a su villa y misión.
En su ministerio colegiado que incluye siempre la presencia femenina;
En su configuración porque viven con un mínimo de estructuras y máximo
de vida. No cuentan con ministros de tiempo integral, no tienen sólida base
económica, no construyen edificios propios. Autofinancian sus encuentros y es
costumbre que se compartan entre todos los gastos de viaje cuando se desplazan para
reuniones diocesanas, regionales o nacionales.
Sin recursos económicos, tienen los
mejores asesores en Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia, Honduras, etc.
Las CEBs,
ü cruzan las fronteras
de la institución eclesial; llegan donde la organización eclesial no llega
geográfica, numérica y ministerialmente;
ü crean un sujeto
eclesial laical colegiado;
ü restablecen la sana
tradición del "sensus fidelium" en comunión con el magisterio;
ü establecen un
contacto privilegiado con la villa (lenguaje, lugar, cotidianidad, eventos,
símbolos, acciones, contactos) desde los fieles no desde los líderes,
precisamente porque son las raíces más finas de la estructura eclesial;
ü se mueven
contra-corriente, porque mientras el macro proceso de la globalización es
económica y culturalmente excluyente, las CEBs son incluyentes posibilitando
vivir la ciudadanía tanto eclesial como social.4
Desafían
Como las CEBs se encuentran en la
frontera entre la institución eclesial y "los otros", traen en- sí
semillas de respuestas no teóricas, sino vitales, a lo que esta siendo desafió
a todos los credos: jiene futuro la religión en un mundo globalizado? Después
de los eventos del 11 de Septiembre, use puede esperar que la fe religiosa, las
Iglesias sin proselitismos, seran mediadoras de la comunión entre los pueblos?
Las CEBs comprueban que eso sera
posible desde un micro proceso en cadena sin el cual los macro procesos se
pierden.
Notas
1. Entre ellas, de manera mas extensa y
sistemática en Evangelii Nuntiandi, n. 58, Christifidelis
laicis, n. 26, Redemptoris Missio, n. 51.
2. Para ilustrar este punto,
transcribimos lo que el Padre Arnaldo Zenteno sj hace una síntesis bien
evangélica de cómo las CEBs de Nicaragua siguen resistiendo: "cada día
tantas personas de las Cebs queremos vivir el Evangelio y mantener viva la
Esperanza.… Como nos invita la Carta a los Hebreos: Sigamos profesando nuestra
Esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de toda confianza
Aquel que se comprometió (Heb 10:23). Eso queremos con todo el corazón:
Mantener viva la Esperanza y Humildemente Anunciar el Evangelio con Pasión y
con Alegría.
Y al pensar en el caminar de las
Comunidades, en los poquitos que somos y la gran mayoría tan Pobres, no puedo
menos que alegrarme y los invito a alegrarse con Jesús al ver hecha realidad la
Oración y Alegría de Jesús: Gracias te doy, Padre, porque has revelado lo
mensaje a los pequefios y sencillos (Lc 10:21-22).
En medio de tantas dificultades,
dolores, masacres de los seres queridos, de tantas esperanzas y de tantas
frustraciones y de tantas luchas de estos 36 años, es impresionante la
perseverancia y la fuerza de estos Pobres que están en las Comunidades. Eso es
una gracia de Dios y por lo mismo aun en medio del dolor, se vive con alegría.
Como decía hace poco Dom Pedro Casaldáliga: sean Esperanzados y Esperanzadores.
El mismo P. Arnaldo da muchos detalles
de cómo las CEBs colocan en práctica su resistencia. Entre varios, cogemos lo
que pone al final de su mencionado artículo:
"- Fortalecer la Sociedad Civil.
Participar en los movimientos que luchen contra la corrupción. Y mantener una
actitud crítica y autocrítica con denuncias proféticas.
- Fortalecer a las Comunidades para que
unan Fe-Vida, que sean Misioneras y que sean Proféticas encarnando el Evangelio
en nuestra situación concreta y tan crítica.
-Potenciar la Solidaridad Externa a
Interna — especialmente con los excluidos".
3. Un equipo de teólogos y cientistas
sociales del Instituto Loyola de Ministerios, New Orleans, LA, concluyó al
final del año pasado, una investigación sobre las CEBs en la Iglesia Católica
de USA. Ha sido un trabajo de tres años. Los resultados están reunidos en un
libro del Padre Bernard J. Lee, profesor de teología en el mismo Instituto
Loyola. El titulo es: "La experiencia católica de las CEBs" (The
Catholic Experience of the Small Christian Communities), Paulist Press,
2000.
4. Al final del pasado año del 2001
estuvimos con comunidades de Flagstaff, Arizona. Hemos sido presentados como
visitantes; ni sabían que éramos cura y monja. Con libertad nos hablaran de su
experiencia de CEB:
ü Francisco Hernàndez: (mecánico): El cambio de nosotros fue grande. Católico
era para mí una simple palabra. Platicando con la comunidad, compartiendo con
ella aprendí que Dios nos es mi Dios sino el Dios de la Comunidad.
ü Manuel (obrero no
cualificado): Desde la CEB pude
hacer algo del trabajo de Dios, a gusto de Dios. Y QUE LLEGA A LA GENTE, PORQUE
LO ENTIENDEN Y AMAN.
Leemos la Biblia y si
nos sabemos alguna palabra que no conocemos, tratamos de descubrir juntos.
Cambia uno en su
forma de vivir y pensar.
Hacer cosas malas ya
no es tan fácil.
ü Martina: Mamá de 4 hijos y esperando el quinto.
Yo misma he
levantado. Oí la Palabra y me levanté del piso. En la casa acababa con mis
hijos, los golpeaba, les trataba con palabras groseras. Ahora soy diferente.
No sé si aprendí
mucho en la comunidad. Lo que si cambió fue mi vida. Mi vida antes y ahora es
totalmente diferente. Lo que no llega a la vida no viene de Dios. Lo que es de
Dios, tiene que ser posible entenderlo y ponerlo en práctica juntos, porque en
comunidad nos ayudamos en eso.
Ref.: Misiones extranjeras, n. 188, Marzo-Abril
2002, pp. 128-139