La
Vigilia Permanente se llenó de fiesta el pasado 9 de noviembre con la
celebración de las Bodas de Oro Matrimonial de Victoriano Alejandro y Mercedes
Cevallos.
Victoriano
Alejandro Camacho, nació el 21 de diciembre de 1942, al igual que su esposa, en
Gonzanamà - Loja. Como toda familia
lojana, sus padres les transmitieron una fe sencilla, una religiosidad profunda
y los valores de un hogar humilde.
El 9
de noviembre de 1962, celebraron el sacramento del matrimonio, en la iglesia de
Gonzanamá, presidida por el padre Jorge Quevedo.
Como fruto de esta unión matrimonial nacieron 9 hijos e hijas.
Desde
1970, Victoriano sintiendo el llamado de
Dios comienza su formación cristiana en
la parroquia Changaimina y ya en 1971 promueve la creación de la primera
comunidad cristiana en esta parroquia Changaimina.
En
1985 como una bendición de Dios a
este hogar su segunda hija Rosa decide entregar su vida al
servicio de Dios, en la congregación de las hermanas Lauritas.
En
1986 dada las situaciones de sequía en esta provincia, y en busca de mejores
días para la familia emigraron, al Oriente ecuatoriano, llegando hasta la
provincia de Sucumbíos - Lago Agrio, al sector Tierras y Libertad en la Vía
Coca, donde permanecen tres años, para
luego trasladarse a San José en el Km. 6 de la vía Quito donde dejan la agricultura
para dedicarse a la actividad del comercio mejorando sus condiciones de vida
Desde
que llegaron a Sucumbíos, Victoriano se
vinculó al trabajo misionero de la Iglesia de Sucumbíos, colaborando como
Animador de la comunidad.
En 1995,
recibe el de Ministerio Reconocido de
las Comunidades por Monseñor Gonzalo López Marañón. Y desde 1996, su comunidad se
integra a la Pastoral Urbana, a la Parroquia del Divino Niño – Sector Oeste de
Lago Agrio.
Posteriormente
forma parte del Equipo Misionero del naciente Sector San José Obrero.
El
pasado mes de junio participó en el IX Encuentro Continental de CEBs en la
ciudad de San Pedro de Zula – Honduras
Como Victoriano, son muchos los testigos y testigas de la fe, que partiendo
de una profunda religiosidad aprendida en su tierra natal, supieron recrear su
fe en Sucumbíos con los vientos renovadores del Concilio Vaticano II, y
haciendo conciencia del bautismo se han convertido en sujetos de la nueva
evangelización para la transmisión de la fe
El
Señor derrame abundantes bendiciones sobre la familia de Victoriano y de los
ministerios laicales, que se han ganado su espacio con mucha entrega.