jueves, 19 de diciembre de 2013

Novena CUARTO DIA

 Jesús supo ver en sus discípulos sus debilidades. Aunque habían manifestado su adhesión y no fallarle, sin embargo esto no fue tan cierto. La insistencia del mensaje del Maestro es estar preparados, estar con las lámparas encendidas. Estar iluminados/as. La invitación es a estar despiertos, y prohibido dormirse.

La Comunidad Cristiana primitiva, en la espera del regreso del Señor, también sintió la tentación de “dormirse en los laureles” y confiarse en lo que habían aprendido del Maestro, pero sin actualizar el mensaje. Por eso nace la preocupación de mantenerse despiertos y no pueden caer en la tentación del sueño perezoso de acomodarse e instalarse en las rutinas de la vida.

Sólo la actitud vigilante ayudará a seguir levantando este mundo en dirección del Reino, del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva donde habite la Justicia. Si nos dormimos otros actores se nos llevan la historia por otros rumbos y Juan el Bautista ya lo denunció.